Varios hombres, miembros de un conflictivo clan de Cala Rajada, golpearon el viernes a un agente de la Policía Local de Capderera que había acudido por un aviso sobre una fiesta ilegal con una veintena de asistentes en un piso. Los familiares recibieron a los agentes con gran agresividad, les rodearon y varios de ellos propinaron fuertes puñetazos a un policía, hasta que cayó al suelo. El funcionario tuvo que refugiarse en el coche patrulla mientras los atacantes seguían amenazando al dueño de un hotel cercano, al que acusaban de haberse quejado de su fiesta. La Guardia Civil acudió poco después y puso fin a la trifulca, y ha abierto una investigación para arrestar a los agresores. Toda la escena fue grabada en vídeo por varios testigos.

Según informan algunos de estos testigos presenciales, el incidente ocurrió sobre las seis de la tarde del viernes, en la calle ses Llegítimes de Cala Rajada, en Capdepera. Un grupo de entre quince y veinte familiares se habían reunido en un piso y celebraban una fiesta con la música a todo volumen, lo que provocó varias quejas de vecinos de la zona.

Al lugar acudió una patrulla de la Policía Local de Capdpera con dos agentes, que se encontraron en la calle a varios hombres que increpaban y amenazaban a los responsables de un hotel cercano, a los que acusaban de haberse quejado de su fiesta.

Uno de estos hombres recibió con hostilidad a los dos agentes, a los que insultó y empujó. Los policías le instaron a que se tranquilizara y se pusiera la mascarilla. «A m í no me grites», se le oye decir a uno de los policías.

El hombre, según se aprecia en una de las grabaciones realizadas por los testigos, parece que se aleja, pero vuelve inmediatamente acompañado por otros más. Finalmente son cinco los individuos, muy alterados, que rodean a uno de los agentes. Prosiguen los empujones y amenazas, hasta que uno de ellos propina un puñetazo a un policía. El policía se vio sobrepasado en número. Varios individuos más se suman a la agresión. El funcionario recibe varios puñetazos más hasta que finalmente cae al suelo y se refugia en el interior del coche patrulla. Al final fueron al menos tres los hombres los que agredieron al agente.  

Mientras tanto, los agresores siguen campando a sus anchas por la calle y uno de ellos insiste en tratar de entrar, muy alterado, en el hotel cercano, mientras continúa con sus amenazas.

Poco después llegaron al lugar más dotaciones de la Policía Local y la Guardia Civil, con lo que varios de los agresores se marchan y la situación se tranquiliza. Los guardias civiles identificaron a varias personas que quedaban en el lugar y han abierto una investigación para determinar lo ocurrido y localizar a los responsables de la agresión al policía.

Los responsables del hotel presentaron ayer una denuncia ante la Guardia Civil por las amenazas de muerte que recibieron de los vecinos, y por los daños que provocaron en el coche de uno de ellos, al que rompieron la luna.

Residentes en Cala Rajada explican que los agresores forman parte de un clan muy conflictivo de la localidad. Varios de ellos tienen antecedentes y muchos vecinos están atemorizados, ya que se trata de personas muy agresivas.

La Guardia Civil mantuvo desde la tarde de ayer un retén con dos coches patrulla en la calle de Ses Llegítimes, con varios agentes apostados para evitar nuevos incidentes. Este operativo continuaba ayer.