«Había bebido y poco más recuerdo. Estoy casi segura de que me echaron algo en la bebida. Sé que fui con él a una habitación, estaba con él en la cama y recuerdo algún forcejeo». Una joven afirmó ayer en el juicio que sufrió una agresión sexual por parte de un conocido suyo tras una noche de fiesta en Magaluf. En su declaración explicó que tiene vagos recuerdos de lo ocurrido, pero aseguró que el procesado la sometió a tocamientos y la besó contra su voluntad. El sospechoso negó las acusaciones y afirmó que la joven ni siquiera llegó a entrar en su domicilio. La fiscal reclamó una condena de dos años de cárcel para el procesado, mientras su abogado pidió la absolución y acusó a la denunciante de actuar «por despecho». 

Los hechos, según las versiones ofrecidas por la víctima y el acusado, ocurrieron en la madrugada del 15 de diciembre de 2019. Ambos coincidieron en un local nocturno de Magaluf y estuvieron bebiendo y charlando. La joven, de 20 años, explicó que tras su encuentro con el sospechoso empezó a perder el conocimiento. «Estoy casi segura de que me echaron algo en la bebida. Tengo recuerdos de que fui en un coche hasta una casa y sé que estaba con él en la cama y hubo algún forcejeo. Tengo alguna imagen súper horrorosa», contó. «Él me echó y al salir de la casa me di cuenta de que no llevaba el móvil ni la cartera. Dormí mucho y al despertarme me sentía muy volada. Tenía arañazos y un chupetón», dijo.

La denunciante explicó que cuando salió de la vivienda del acusado tenía «arañazos y un chupetón»

El sospechoso aseguró que la joven ni siquiera llegó a entrar en su casa y negó haber abusado de ella

El acusado explicó que aquella noche salió de fiesta con unos amigos. En el local, la chica se le acercó y estuvieron hablando. «A las cuatro, cuando cerró, ella me pidió ayuda porque había perdido el móvil y el bolso y quería ir a Palma», contó. Según su versión, él, sus amigos y la joven acabaron yendo al portal de su domicilio, en Son Caliu. «Ella me pidió quedarse a dormir, pero yo le dije que no, que mis padres no me lo permitían. No llegó a entrar en mi casa, se fue caminando a la parada del autobús», afirmó el sospechoso, que negó haber sometido a ningún tipo de abuso sexual a la denunciante. Dos amigos del joven avalaron su versión.

En la vista declaró también un vecino de Son Caliu, a quien la joven pidió ayuda aquella madrugada. «Llamó al timbre hacia las seis de la mañana. Estaba desorientada y llevaba el sujetador en la mano. Me contó que no llevaba móvil, ni llaves y le dejé llamar a un amigo suyo, que vino a buscarla», relató.

La fiscal solicitó, al concluir la vista oral, una condena de dos años de cárcel y cuatro de libertad vigilada para el procesado por un delito de agresión sexual. El abogado defensor reclamó la absolución y destacó las «contradicciones» del relato de la chica.