Un pedófilo se sentó ayer en el banquillo de los acusados de la Sección Segunda de Palma para responder de los abusos sexuales a su sobrina de 13 años en su domicilio de Palma. Tras reconocer su participación en el delito, aceptó ante el tribunal una condena de dos años de cárcel. No obstante su ingreso en prisión quedó suspendido, junto con la ejecución de la sentencia, con la condición de que no vuelva a delinquir en un plazo de cuatro años.

Los hechos que se enjuiciaron ayer en la Audiencia de Palma tuvieron lugar en la madrugada del 16 de junio de 2017 en un domicilio de la capital balear. El ayer condenado se encontraba en la vivienda que compartía con su hermana. También vivía allí la hija de esta, de 13 años de edad.

Durante la madrugada de dicho día, el pederasta confeso perpetró el delito de abusos sexuales a su sobrina. Así, el individuo entró sigilosamente en el dormitorio donde se encontraba la menor. «Movido por la intención de satisfacer su lúbricos deseos y aprovechando que la misma se encontraba dormida», recoge el fiscal en su escrito de acusación, el tío le tocó en dos ocasiones los genitales a la adolescente, por encima de la ropa interior.

El representante del ministerio público solicitaba para el encausado inicialmente una pena de tres años de prisión por un delito de abuso sexual a menor de 15 años. Finalmente, en virtud del acuerdo de conformidad alcanzado entre las partes, la pena se redujo en dos años de prisión y a una orden de alejamiento de la víctima durante seis años. 

La madre de la menor que había sufrido los abusos sexuales, y hermana del acusado, se había personado en la causa como acusación particular en el proceso contra su hermano y tío de la víctima. Finalmente, esta se adhirió a la petición del representante del ministerio público.

La Sala, desbordada

La numerosa presencia de público desbordó las restricciones sanitarias de la covid-19. Por este motivo, la Sala tuvo que ser desalojada parcialmente para preservar la distancia de seguridad entre los presentes.

Aunque el pacto previo suscrito entre las partes personadas en la causa se tradujo en una significativa brevedad de la vista oral. El acusado reconoció ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma su participación en los abusos sexuales a su sobrina de 13 años, cometidos hace más de tres años y medio.

La presidenta del tribunal le advirtió de que no podía delinquir en un plazo de cuatro años. De lo contrario ingresaría en prisión. Además, el condenado también aceptó la obligación de someterse a un programa de educación sexual para eludir la cárcel.