La detención la pasada de semana del hombre que presuntamente lanzó el ácido a las dos jóvenes de Cártama, en Málaga, supuso la total desarticulación del grupo que participó en la agresión y en la posterior cobertura al Melillero, al que la Guardia Civil atribuye el liderazgo de un grupo dedicado presuntamente a perpetrar vuelcos, como policialmente se denomina al robo de droga entre grupos criminales.

Según el instituto armado, uno de estos asaltos tuvo lugar en noviembre de 2020, cuando agentes del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Marbella detectaron unos movimientos extraños en torno a un camión cisterna que circulaba por la AP-7, ya que observaron a varios individuos intentando asaltarlo en plena autovía. Al verse sorprendidos por los guardias civiles, el grupo se vio obligado a abortar la maniobra y darse a la fuga huyendo del lugar en varios vehículos, pero los agentes comprobaron que la cisterna contenía en su interior 282,5 kilos de hachís y otros 124 kilos de marihuana, procediéndose a la detención del conductor y a la incautación de toda la mercancía que pretendía ser robada.

La investigación se denominó operación Dubrovnik, pues esta localidad croata parecía ser el destino final de la droga. "Una parte de esta operación estaba enfocada a la identificación y posterior detención de la organización criminal que pretendía robar la droga, siendo identificados como posibles autores del mismo los integrantes de un activo grupo criminal asentado en Mijas y Fuengirola", ha explicado la Guardia Civil a través de un comunicado.

Con la operación Dubrovnik en marcha, el día 12 de enero se produjo el brutal ataque con ácido sulfúrico a dos jóvenes, una de ellas expareja del Melillero, en Cártama. Tras la agresión, los investigadores supieron posteriormente que un día de antes el Melillero ya se había acercado al vehículo de su exnovia sin que esta bajase la ventanilla, por lo que se fue del lugar. Sin embargo, el día de los hechos, "con una extraña habilidad para localizarlas", las jóvenes estaban en el vehículo de Sandra cuando fueron abordadas por el Melillero y otro hombre que le acompañaba que posteriormente fue identificado como El poti. Esta vez la ventanilla estaba abierta y consiguieron arrojar un bote de ácido sulfúrico en el interior del vehículo, afectando gravemente a las dos chicas, sobre todo a Sandra, según la Guardia Civil.

Las declaraciones de los testigos permitió identificar a los presuntos autores como El melillero y El poti, cuya localización se convirtió en prioritaria al tiempo que los investigadores comprobaron que ambos estaban relacionados con el asalto del camión cisterna. Por su parte, la inspección de los vehículos de las víctimas reveló que tenían instalados dispositivos electrónicos de geolocalización.

La investigación

Una de las líneas de investigación trató de determinar cómo y dónde adquirieron el ácido sulfúrico empleado, consiguiendo encontrar la trazabilidad del bote de ácido empleado. Los agentes no tardaron en acceder a diversos audios en los que El melillero hablaba sobre su exnovia refiriéndose a su belleza, a su "cara bonita" y a otros detalles que incorporaron al procedimiento judicial por apuntar a una presunta premeditación y ensañamiento.

En cuanto a la localización y detención de los presuntos agresores, los agentes comprobaron que los hábitos y comportamientos de los miembros del grupo criminal de la operación Dubrovnik habían cambiado, contemplando los agentes la posibilidad de que utilizaran sus medios habituales para introducir de drogas en España para intentar escapar del país en embarcaciones de gran potencia. Esta organización, con mucha experiencia en la realización de actividades delictivas, complicó mucho la actuación de los investigadores, al igual que el gran parecido físico del Melillero con uno de sus hermanos, posteriormente detenido por su implicación en los hechos, pero al que hasta ese momento no se le imputaba ningún delito.

Durante el dispositivo de localización, uno de los agentes actuantes identificó al Melillero cuando circulaba con una moto junto con otros miembros de la organización en la zona de Entrerríos, en Mijas. Para evitar su arresto, los acompañantes no dudaron en embestir con sus motocicletas a los vehículos de la Guardia Civil que, tratando de evitar arrollarlos, sufrieron accidentes entre ellos y permitiendo que el fugitivo y algunos de sus colaboradores se dieran a la fuga hasta las proximidades del río Fuengirola.

Para evitar que lograra desaparecer de nuevo, un amplio despliegue cercó toda la zona con efectivos de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga y el apoyo de otras unidades como el GAR, UCO, OCON-SUR y la Unidad de Helicópteros desplazada desde Ceuta. Esta reacción inmediata se complementó con otras medidas de investigación que indicaron la posibilidad de que la huida por esa zona no era casual, sino que podía estar escondiéndose en una finca cercana donde era auxiliado por otros componentes de la organización.

Poco después se pudo comprobar que el Melillero estaba escondido en el anexo a la vivienda sospechosa. "No opuso resistencia alguna, sin duda por el despliegue existente", han detallado. En el registro efectuado al día siguiente en el terreno de esa vivienda se encontró enterrado una gran cantidad de dinero en efectivo, más de 50.000 euros para la disponibilidad inmediata del Melillero. Esa misma noche se inició también la explotación de la operación Dubrovnik, procediendo a la detención de los miembros de la organización identificados, tanto como supuestos autores del vuelco del camión cisterna como por la ayuda prestada al Melillero para tratar de huir de la justicia, entre los que se encontraba su hermano.

En total se realizaron 4 registros domiciliarios y se detuvo a 8 personas y una más es investigada por presuntamente participar en la preparación de los hechos y por encubrir y/o facilitar la huida y ocultación de los autores materiales de la agresión y por pertenencia a organización criminal. En los registros fueron intervenidos 62.000 euros en efectivo.

Tras estas detenciones, los esfuerzos se centraron en localizar al Poti, el otro implicado directamente en la agresión de Cártama. Con antecedentes y varios años en la cárcel por otros hechos, este hombre había amputado la mano a otra persona en Fuengirola y estaba pendiente de ser detenida para poder ser puesta a disposición de la autoridad judicial, según la Guardia Civil. Al verse perseguido por los guardias civiles, se ocultó y prácticamente desapareció. No obstante, los agentes continuaron vigilando todo su entorno en la zona de Fuengirola y Mijas, siendo detectado el pasado día 10 de marzo en un inmueble de Las Lagunas, en Mijas.

En cuanto a los detenidos de la operación Dubrovnik se les imputan los delitos de organización criminal y encubrimiento. Además a los autores materiales se les imputan dos delitos de asesinato en grado de tentativa, uno de ellos en el marco de violencia de género. De los 11 detenidos, la autoridad judicial ha decretado el ingreso en prisión de 8 de ellos.