Caso Abierto - Diario de Mallorca

Caso Abierto - Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un año de pandemia | Agentes volcados en servicios humanitarios

La pandemia alteró la labor de la Guardia Civil de Tráfico, que pasó a escoltar transportes sanitarios y auxiliar a personas aisladas

El comandante Manuel Aguilera, jefe de la Guardia Civil de Tráfico de Balears.

El 14 de marzo de 2020, hace justo un año, entró en vigor el estado de alarma y se decretó un confinamiento domiciliario en toda España que se prolongó tres meses. Se vaciaron las calles, pero también las carreteras, al quedar prohibido todo desplazamiento considerado no esencial. Durante esos meses los agentes de la Guardia Civil de Tráfico de Balears cambiaron el foco de su actividad. Descendieron los habituales controles de alcoholemia y se volcaron en servicios humanitarios, como la escolta de los convoyes cargados con material sanitario de protección, escaso y muy preciado en esa primera fase de la pandemia, o el suministro de mercancías de primera necesidad. Más recientemente han pasado a proteger el transporte de las vacunas.

«Nuestra contribución durante la pandemia se ha centrado en garantizar que todo el material de protección para los sanitarios llegara a su destino», explica el comandante Manuel Aguilera, jefe de la Guardia Civil de Tráfico de Balears. «Otro de los retos, junto a las unidades de Seguridad Ciudadana, ha sido el auxilio a colectivos vulnerables, como las personas mayores que viven solas. Todo sin dejar de cumplir nuestra misión de garantizar la seguridad vial».

Con la desescalada el tráfico en las islas recuperó paulatinamente la normalidad, aunque sin alcanzar la intensidad de años anteriores por la ausencia de turistas. Volvieron los controles de alcoholemia, aunque variaron algunas de sus características. Durante el periodo en el que los bares y restaurantes han permanecido cerrados, adelantaron la hora de los operativos, con el objetivo de detectar a conductores que hubieran participado en alguna fiesta ilegal. «Estos controles se llevan a cabo todos los días y en todas las franjas horarias», prosigue el comandante Aguilera. «También por la noche, para asegurar el cumplimiento del toque de queda. Al final nuestro cometido es siempre el mismo: velar porque se cumplan las normas y atender a quien necesite ayuda».

Aguilera destaca el acentuado descenso en la cífra de víctimas mortales del tráfico durante el año pasado. «Hay que tener en cuenta que se ha mantenido una tendencia que se venía experimentando desde años anteriores. Aunque 2020 ha sido un año con unas connotaciones muy particulares a la hora de hacer valoraciones, los cambios siempre dejan algo de huella. Ojalá que cuando se recupere la normalidad se mantengan las buenas cifras».

Compartir el artículo

stats