Un proxeneta no tenía reparos en prostituir a su propia esposa en Palma. El sujeto se quedaba con todo el dinero que obtenía la víctima y, si esta se negaba, le amenazaba con denunciarla por encontrarse en situación irregular. La Policía Nacional detuvo a este hombre, de 50 años, por un presunto delito relativo a la prostitución, amenazas y coacciones a su pareja.

Desde que la víctima contrajo matrimonio con él, la mujer estaba sometida a explotación sexual por parte de su esposo. El sujeto la obligó a prostituirse aprovechándose de que ella se encontraba en situación irregular y le amenazaba con denunciarla.

El marido se quedaba con todo el dinero que ella obtenía con sus servicios sexuales. Utilizaba como excusa el pago del alquiler, entre otras. Por este motivo, la mujer carecía de recursos económicos y no tenía más remedio que acceder a las imposiciones de su esposo.

Con las restricciones de la alerta sanitaria por la pandemia, los clientes de la mujer habían desaparecido prácticamente. A pesar de esta circunstancia, las amenazas de su esposo y proxeneta arreciaron sobre ella y la amenazaba constantemente con denunciarla y echarla del domicilio. El explotador sexual le instaba a que captara clientes, pese a que pusiera en riesgo su salud por el contagio de la covid-19. Esta extorsión la acompañaba con continuos insultos.