Un joven mallorquín de 18 años murió el pasado jueves en Tenerife al caer por un barranco de unos 30 metros. La víctima, residente en Manacor, había viajado a Canarias para visitar a un familiar. El chico había salido a dar un paseo en bicicleta. El vehículo fue localizado en la carretera y el cadáver, en el fondo de un precipicio. La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido. Los investigadores manejan varias hipótesis.

Según confirmaron ayer fuentes de la Guardia Civil, los hechos fueron descubiertos a última hora del pasado jueves. El servicio de emergencias 112 de Canarias recibió el aviso de que un ciclista había sufrido un accidente en el kilómetro 39,4 de la carretera TF-28, en el término municipal de Güímar.

Los equipos de emergencias que acudieron al lugar encontraron una bicicleta en el arcén y descubrieron que el joven se había precipitado por un barranco, desde unos 30 metros de altura.

Los efectivos sanitarios lograron descender hasta el lugar donde se encontraba la víctima, pero solo pudieron certificar su fallecimiento. Una dotación de bomberos acudió a la zona para recuperar el cuerpo, que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife para practicarle la autopsia.

La Guardia Civil puso en marcha una investigación para esclarecer en qué circunstancias se despeñó el joven mallorquín por el barranco. Los agentes han descartado la intervención de otras personas en el suceso y trabajan con varias hipótesis sobre las causas de la caída.

Fuentes policiales confirmaron que la víctima nació en Manacor y residía actualmente en la capital del Llevant. Al parecer, había viajado a Canarias para visitar a un familiar que vive en Tenerife y estaba pasando unos días con este allegado.