Juan Carlos R.R. aseguró que «un arrebato» fue el desencadenante para que acabara en la mañana del martes con la vida de su tío en su domicilio de la calle Jardín de Inca. El estallido violento se habría desencadenado después de que la víctima, supuestamente, hubiera aludido a su madre de manera despectiva. El fallecido murió por sofocación, después de que el autor del crimen le tapara las vías respiratorias.

A primera hora de ayer, agentes de la Guardia Civil condujeron al homicida confeso a los juzgados de la capital del Raiguer. Tras admitir de nuevo ser el autor del crimen, la jueza decretó su ingreso en prisión provisional sin fianza.

El autor confeso del crimen de Jorge García Valiño, de 79 años, había admitido, en primera instancia, que había acabado con la vida de su tío lejano a los agentes de la Policía Local de Inca. Luego mantuvo esta versión durante la reconstrucción del crimen con los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil. Finalmente, una declaración casi idéntica la mantuvo ayer en su comparecencia ante la jueza de guardia en los Juzgados de Inca.

Sobre las ocho de la mañana de ayer, agentes de la Guardia Civil condujeron a Juan Carlos R.R., de 59 años, al órgano judicial. En esa ocasión, salió del coche a cara descubierta, solo pertrechado por la ineludible mascarilla sanitaria. Tras ser sacado del calabozo, el homicida confeso se cubrió el rostro con una chaqueta.

«Está arrepentido»

Su comparecencia ante la jueza de guardia se prolongó apenas durante una media hora. A continuación, fue trasladado desde los juzgados a la cárcel, después de que la jueza decretara su ingreso en prisión provisional.

«Está arrepentido de lo que hizo y solo quiere cumplir su condena cuanto antes», explicó su abogado, Xavier Lliteras, después de asistirle en su declaración judicial.

Juan Carlos R.R. reiteró que en la mañana del pasado martes estaba «ofuscado» y arremetió contra su tío lejano. Tras cometer el crimen, se mostró resignado a cumplir la condena.