La mayoría de los 25 pisos del número 59 de la calle Santa Florentina están okupados. Los agentes de la Policía Nacional irrumpieron el martes en tres de ellos y encontraron distintas plantaciones de marihuana, con más de 500 plantas. Y sospechan que puede haber más. La investigación sigue abierta y los agentes buscan a los responsables de los cultivos, en el que se considera el principal centro de producción de droga de Son Gotleu.

La estratégica ubicación de la finca, frente a la plaza Fra Joan Alzina, ha llevado a los investigadores a sospechar que en su interior hay plantaciones de marihuana que permiten abastecer de droga a distintos puntos de venta de la zona. Se trataría del principal centro productor de droga de la barriada. El martes los agentes se incautaron de más de 500 plantas, pero puede haber más.

La intervención policial se llevó a cabo el martes por la tarde. Tras una investigación, los agentes del Grupo II de Estupefacientes habían determinado que en varios pisos okupados del número 59 de la calle Santa Florentina podía haber grandes plantaciones de marihuana. Los investigadores, con el apoyo de agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana, irrumpieron en tres pisos de la finca. En los tres hallaron cultivos clandestinos. Más de 500 plantas en total, presuntamente instalados por la misma organización.

Empalmes ilegales

Los agentes comprobaron que los cultivos tenían instalados sistemas de iluminación y ventilación, alimentados mediante enganches ilegales a la red eléctrica. Algunos con conexiones precarias que suponían un riesgo extremo de incendio. Durante la operación policial se solicitó la intervención de técnicos de la compañía eléctrica para eliminar estos empalmes.

La investigación continúa abierta y los agentes prosiguen las gestiones para localizar a los responsables de estas plantaciones. Los investigadores creen que la finca, ubicada en el corazón de Son Gotleu, se había convertido en el gran centro de producción de marihuana de la barriada, y de ella se abastecían diferentes grupos de camellos, que venden la droga en los alrededores.