La Guardia Civil abrió ayer una investigación tras el hallazgo de un cadáver en una cueva en la finca de Son Verí, en Llucmajor. Una comisión judicial y agentes de la Policía Judicial examinaron el cuerpo, y en principio no detectaron señales de violencia, de lo que se desprende que habría fallecido por causas naturales.

Todos los indicios apuntan a que se trataría de un indigente que vivía desde hace bastantes años en el lugar, una oquedad en una roca, en un lugar recóndito de la zona de Son Verí, donde había instalado muebles y enseres.

El cuerpo fue hallado ayer por la mañana. Al lugar se desplazaron dotaciones de la Guardia Civil de Llucmajor, a los que se unieron posteriormente agentes de la Policía Judicial y una comisión del juzgado, con un forense. Inicialmente no encontraron indicios de violencia y las hipótesis apuntaban a que pudo fallecer por causas naturales hace varios días.