Un vecino observó desde su balcón cómo un ladrón robaba en un comercio frente a su casa en Palma. El testigo avisó a la Policía y los agentes le detuvieron poco después. Los agentes, gracias a la colaboración ciudadana, han acabado así con este delincuente marroquí, de 29 años, al que se le atribuyen al menos nueve robo con fuerza en establecimientos de la capital balear.

La última fechoría perpetrada por este delincuente ocurrió, sobre las dos menos cuarto de la madrugada del pasado martes, en un comercio del barrio de Plaza de Toros de Palma. Un vecino escuchó ruidos procedentes de la calle y se asomó al balcón. Una vez allí observó cómo un individuo forzaba la entrada de un establecimiento y se introducía en él. A continuación, el testigo avisó a la Policía.

Al poco tiempo de irrumpir en el establecimiento, el delincuente salía del local cargado de objetos y con una pata de cabra entre los brazos. El vecino, entonces, temió que se escapara el ladrón y volvió a avisar a la Policía.

Cuando los agentes ya estaban en camino hacia el lugar, se apresuraron después de que les hicieran llegar desde la emisora esta segunda llamada. Una vez que los policías se encontraban frente al comercio desvalijado, observaron cómo un individuo se tiraba al suelo para tratar de esconderse debajo de un vehículo estacionado en la vía pública.

Los agentes comprobaron cómo el sospechoso encajaba plenamente con la descripción aportada por el testigo presencial. El sujeto portaba consigo numerosas monedas, un pasamontañas, una pata de cabra y el cajetín de la caja registradora. Los policías comprobaron también cómo la verja del establecimiento había sido forzada y el interior se encontraba revuelto. Acto seguido, el individuo fue detenido por un presunto delito de robo con fuerza.

Gracias a esta detención, los investigadores del Grupo de Robos de la Policía Nacional esclarecieron otros ocho delitos cometidos por este delincuente en el interior de distintos establecimientos de Palma. El sujeto desvalijó nueve comercios entre el 11 de enero y el 5 de febrero del presente año. De hecho, perpetró varios golpes la misma noche. Su escenario predilecto era Son Gotleu, aunque también se desplazaba a otras barriadas no muy alejadas. Siempre mantenía el mismo 'modus operandi': forzaba las barreras y sustraía el dinero y la caja registradora del interior.