Un trabajador de una discoteca del Paseo Marítimo de Palma estuvo a punto de ser asesinado por error. Un joven creyó que formaba parte del grupo con el que aquella noche se había peleado. Se acercó a él por la espalda, le reventó una copa de cristal en el cuello y le pegó un puñetazo. La víctima sufrió un profundo y peligroso corte. Tuvieron que darle 16 puntos y como recuerdo le quedó una gran cicatriz. La fiscalía acusa al agresor, un marroquí de 20 años, de un delito de asesinato en grado de tentativa y reclama una condena de nueve años de cárcel, así como 10.000 euros de indemnización para el perjudicado. Está previsto que el juicio se celebre la próxima semana en la Audiencia de Palma.

Ocurrió una Noche de Halloween, la del 1 de noviembre de 2019. Mouhssine S. había tenido un encontronazo con varias personas. Llegaron a las manos y el chico recibió varios golpes. Un rato después, a las seis de la madrugada, creyó ver a uno de los agresores a las puertas de un local y decidió vengarse. Según la fiscalía, quería matarlo y utilizó como arma la copa que estaba apurando. Se acercó a él por la espalda y le clavó el vaso de cristal en el cuello. Antes de huir, le dio un puñetazo en la cara.

La víctima, el relaciones públicas de la discoteca, no entendía nada. Aquel joven era para él un desconocido sin motivo alguno para atacarle. Ensangrentado, corrió en busca de ayuda al interior del establecimiento, ya cerrado al público pero donde algunos compañeros estaban recogiendo. Fueron ellos quienes alertaron a los servicios de emergencias.

En la ambulancia, los sanitarios comprobaron que había sufrido un gran corte en el cuello y lo trasladaron de urgencia a Son Espases. Allí recibió 16 puntos de sutura para cerrar la herida. Cuando los médicos estaban curándole, la Policía le mostró varias fotografías e identificó sin dudar al joven que había estado a punto de matarlo.

El agresor fue detenido aquella misma noche por la Policía. Había tratado de escurrir el bulto cobijándose en una ambulancia, donde pidió ser atendido de las magulladuras sufridas en el altercado anterior.

Tras su arresto, quedó claro que había confundido al perjudicado con uno de los jóvenes con quienes se había peleado aquella noche. La víctima no tenía nada que ver con aquel altercado. Cuando le atacó, estaba charlando con una camarera del establecimiento mientras esperaba a otro compañero para que le llevara a su casa.

Un ataque a traición

Mouhssine S. fue acusado de intento de homicidio e ingresó en prisión provisional por orden judicial. La víctima tardó casi dos meses en recuperarse y como secuela le quedó una cicatriz de siete centímetros con un pequeño bulto.

La fiscalía considera al sospechoso autor de un delito de asesinato en grado de tentativa, pues considera que su intención era acabar con la vida de la víctima y que el ataque fue a traición. Por eso reclama para él una condena de nueve años de prisión y reclama que indemnice al perjudicado con algo más de 10.000 euros: 5.700 por las lesiones que le causó y 4.500 por las secuelas.

Está previsto que el juicio por estos hechos se celebre el próximo miércoles en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Palma, según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia.