Poco a poco, los Bombers de Palma están solucionando las graves carencias de material que sufrían, y que llegaron a comprometer gravemente sus servicios. Tras una serie de accidentes y averías, el cuerpo llegó a quedarse hace unos meses con un único camión autoescala, un vehículo imprescindible para afrontar incendios en pisos elevados, por lo que tenían que pedir ayuda a los Bombers de Mallorca. Las deficiencias se extendían al vestuario, que estuvo años sin ser renovado, los equipos de respiración y de comunicaciones. Esta semana el Ayuntamiento anunció la llegada de una partida de botas nuevas, que se unen a los nuevos equipos de respiración autónoma y los transmisores ya recibidos, todo por un importe de más de 1.300.000 euros. También ha sido contratado el nuevo vestuario. En la actualidad cuentan con tres autoescalas operativas, una en cada parque, y se ha conseguido reparar un vehículo con brazo articulado, necesario para actuar en incendios industriales, que ha estado dos años averiado. Las deficiencias en el parque de Son Malferit, ahora Magdalena Rigo, con retretes y duchas averiados, sin equipos de descontaminación de trajes y sin extractores de humos en el garaje, también se están arreglando. Así que tras muchos años de parálisis, falta de inversiones y reivindicaciones de los sindicatos, parece que el cuerpo está entrando en una situación de normalidad. El mayor problema estriba ahora en una plantilla muy justa y con una media de edad muy alta, de más de 50 años en algunos turnos, lo que hace prever un cúmulo de jubilaciones en los próximos años. La reciente incorporación de doce nuevos bomberos parece que será insuficiente.

‘Hortense’ causó daños  en el parque Magdalena Rigo

La borrasca Hortense, que la semana pasada provocó cuantiosos daños en Mallorca, se dejó sentir también en el parque central de los Bombers de Palma, donde destrozó uno de los paneles de cristal del garaje. Hace unas semanas los bomberos tuvieron que retirar uno de las grandes piezas metálicas de la fachada, que amenazaba con caer por el viento.

Patrulla policial a caballo  junto a los juzgados 

El paso de una patrulla de la Policía Local de Palma a caballo en la calle Parellades, junto a la célebre rampa de los juzgados de Vía Alemania, despertó un inusitado interés entre los abogados que tomaban café en la calle, junto a uno de los escasos bares que dispensaban esta bebida para llevar. El destino de los agentes era la vigilancia de los niños a la salida de un colegio cercano. 

Un estafador afectuoso con la víctima del fraude

Un estafador se mostró cordial al ver aparecer a la víctima y a su hija en el juicio en la Audiencia en el que él aceptó una condena de cinco años por un fraude de 400.000 euros. El motivo de tal efusividad era que la afectada no emprendió acciones penales contra él y solo iba a actuar por la vía civil.