Las fortísimas rachas de viento dejaron ayer un reguero de destrucción en Mallorca. Al menos tres personas resultaron heridas, una de ellas grave, en desprendimientos ocurridos en Palma y Manacor. Los servicios de emergencias tuvieron que redoblar esfuerzos y quedaron colapsados por momentos para atender más de 320 incidentes en toda la isla.

Palma concentró buena parte de las incidencias, con 127 servicios según el balance del 112. La más grave se produjo en un lavadero de coches del Camí dels Reis, en el polígono de Can Valero de Palma. Una plancha metálica salió despedida por el vendaval y golpeó en la cabeza a una mujer de 49 años. La víctima sufrió una profunda brecha de 13 centímetros y fue trasladada en ambulancia al hospital Son Espases. En principio, no se temía por su vida.

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En la calle Pere Dezcallar i Net, también en la capital, un muro de unos diez metros de ancho de la azotea del número 11 se vino abajo poco antes del mediodía. Los enormes cascotes cayeron sobre la acera y la calzada, destruyendo un coche y causando daños en varios más. «Una clienta acababa de cruzar la calle cuando se ha caído. Se ha salvado de milagro», explicaba la dueña del bar La otra oficina, situado en los bajos del edificio. La Policía Local cortó el tráfico y Bombers y operarios de Emaya trabajaron durante horas para retirar los restos de la pared, desperdigados a lo largo de varios metros.

Durante todo el día, los equipos de emergencias actuaron en numerosos puntos de la ciudad para retirar árboles, toldos, persianas, letreros y otros objetos derribados por el vendaval. Según informó el Ayuntamiento de Palma, la Policía Local había recibido a primera hora de la tarde 110 avisos, en 52 de los cuales actuaron los Bombers. Entre ellos, la liberación de un operario en el puerto, que quedó atrapado en un contenedor marítimo al desplazar el viento el barco y los andamios en los que trabajaba. Parte de uno de los pináculos de la iglesia de Santa Eulàlia se desprendió a media mañana. La pieza acabó en el interior de la terraza del templo y no hubo que lamentar heridos.

El viento derribó también palmeras, pinos, cipreses y otros árboles en puntos como el Passeig Sagrera, el Marítimo, la plaza de la Reina o sa Riera. El Ayuntamiento decidió cerrar provisionalmente de todos los parques de la ciudad para evitar males mayores.

Dos pinos cayeron en la carretera de entrada a Bunyola, que tuvo que cortarse varias horas.

La situación fue también harto complicada en la Part Forana durante toda la jornada y los Bombers de Mallorca trabajaron a destajo. En Manacor, donde el 112 gestionó 17 incidentes, el viento desprendió parte de la cubierta del Centro de Educación de Personas Adultas (CEPA) de Na Camel·la y dos personas resultaron heridas de carácter leve, informaron fuentes municipales. Hubo problemas también en lugares como la Avenida del Torrent, la plaza del Carme de Porto Cristo y la carretera de Cales de Mallorca por la caída de árboles.

En Calvià, la peor parte se la llevaron en El Toro y Magaluf, donde varios edificios y locales sufrieron importantes daños al volar tejados y ceder estructuras por la fuerza del vendaval. En este municipio se registraron 37 actuaciones de los servicios de emergencias.

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En Petra quedó destruida la cubierta de la grada del campo de fútbol y en Vilafranca hubo importantes destrozos en el polideportivo Es Molí Nou. En Son Servera, el vendaval dejó daños en la plaza, donde cayó un gran árbol, así como en el cementerio y en las instalaciones del tanatorio. En Cala Millor cedió en un pino de grandes dimensiones, que cayó sobre varios coches, y otro árbol provocó daños en la escoleta Na Penyal. También en Cala Rajada se vinieron abajo varios pinos, mientras en Sineu las tejas de un edificio acabaron sobre un vehículo. En Llucmajor se registraron al menos 48 incidentes, mientras en Felanitx y Portocolom contabilizaron 14, según el balance ofrecido a media tarde por Emergencias 112.