Un reguero de sangre condujo hacia el lugar donde se encontraba un menor tutelado, después de haber desvalijado un establecimiento comercial de la calle Aragón de Palma. La Policía Nacional ha detenido al adolescente de 15 años por un presunto delito de robo con fuerza.

Los hechos ocurrieron la madrugada del pasado miércoles 13 de enero en un establecimiento de la calle Aragón de Palma. El ladrón causó importantes destrozos en el local a la hora de cometer la fechoría. Así, reventó los cristales de las vitrinas y sustrajo 25 teléfonos móviles, cuatro relojes inteligentes y otros tantos patinetes eléctricos. El vigilante de seguridad avisó al 091 para denunciar el robo.

Instantes después, una patrulla de la Policía Nacional se personó poco después en el establecimiento recién desvalijado. Los agentes se percataron de que un reguero de sangre salía del establecimiento hasta la calle y comenzaron a seguirlo. Durante el trayecto, los funcionarios se encontraron el mango ensangrentado del martillo utilizado para romper los cristales. También hallaron una mascarilla con restos de sangre. Todos estos indicios apuntaban a que estos objetos ensangrentados habían sido arrojados por el ladrón al emprender la huida.

Escondido en una casa okupa

El rastro condujo a los policías hasta un inmueble okupado, situado en las proximidades de Pere Garau. El reguero se interrumpía frente a este edificio abandonado, en trámites para ser declarado en ruina. Los agentes encontraron allí al presunto autor del robo con una mano vendada. El menor tenía varios teléfonos móviles, que trataba de ocultar entre su ropa, y billetes fraccionados. Fue detenido a continuación por desvalijar el establecimiento de la calle Aragón.

Al parecer, el adolescente se había fugado previamente del centro de acogida donde residía. La fuga del establecimiento la aprovechó para delinquir y desvalijar el establecimiento de la calle Aragón. El arresto fue comunicado a la Fiscalía de Menores.