Una joven ladrona de 22 años, de nacionalidad marroquí, se percató de que una tarjeta de crédito le había llegado al domicilio de Palma de un hombre de edad avanzada. La delincuente se la sustrajo del buzón, la activó y comenzó a realizar compras por internet por valor de 4.000 euros. La Policía Nacional la ha detenido el martes por un presunto delito continuado de estafa.

La delincuente, que vivía en una casa okupada con más jóvenes, se percató de que una tarjeta bancaria le había llegado al buzón de un hombre de edad avanzada. A continuación, la ladrona se la sustrajo y activó el dispositivo para realizar diversas compras fraudulentas a través de internet por un montante de 4.000 euros.

El grueso de los gastos con la tarjeta sustraída los destinó la joven a pedir comida en las plataformas de reparto de alimentos a domicilio, compras de telefonía móvil y diversos cargos por servicios de televisión y series online. El anciano afectado tardó más de tres meses en percatarse del uso fraudulento de su tarjeta. A partir de este momento, la bloqueó.

La investigación policial desveló que la presunta ladrona de la tarjeta de crédito del anciano se encontraba en esos momentos conviviendo en una casa okupada con otros jóvenes. Esta circunstancia explicaría el elevado gasto en comida a domicilio cargados al medio de pago sustraído. Las pesquisas policiales continúan para identificar al resto de los moradores del inmueble, ya que estos podrían haber tenido una participación activa en el delito.