Una agente inmobiliaria fue condenada ayer a dos años de prisión por estafar 60.000 euros a una anciana en Palma. La procesada, como ella misma reconoció durante el juicio, se aprovechó de que la víctima, de 71 años, apenas sabía leer y escribir. Durante la firma de un contrato para la compra de un piso, cambió el documento y se lo hizo firmar para que en realidad adquiriera solo la treceava parte del inmueble acordado. La condenada se declaró autora de un delito de estafa, con la atenuante de reparación del daño porque había indemnizado ya a la víctima con 71.240 euros. Acusaciones y defensa acordaron que no cumpla la pena de cárcel.

Los hechos ocurrieron entre 2017 y 2018. La anciana vendió su casa para hacer frente a varias deudas a través de la agente inmobiliaria y logró un beneficio de 80.000 euros. La acusada urdió entonces un plan para estafar a la mujer. Sabía que tenía el dinero y que necesitaba un vivienda, por lo que contactó con ella para decirle que había localizado un inmueble en Palma que podía interesarle. El precio era de 60.000 euros.

La anciana aceptó y firmó un contrato de reserva, tras lo que entregó diversas cantidades a cuenta. Cuando llegó el momento de firmar el contrato definitivo, la agente indicó a la víctima que había unos errores y le dio a firmar un documento diferente. En él figuraba que la anciana adquiría solo una treceava parte del inmueble por 60.000 euros. Este nuevo contrato no fue debidamente explicado a la mujer, que debido a sus escasos estudios y sus dificultades para leer y escribir, no comprendió qué estaba firmado realmente.

Al no poder instalarse en la vivienda, la perjudicada tuvo que irse a vivir con su hija y alquilar un trastero para guardar sus muebles.

La fiscalía acusó a la agente inmobiliaria de un delito de estafa agravada y reclamó una condena de cuatro años de cárcel. Ayer, la fiscalía apreció la atenuante muy cualificada de reparación del daño y pactó con el abogado defensor una condena de dos años de cárcel.