La Policía Nacional puso fin el día de Año Nuevo a una fiesta ilegal que una veintena de personas estaba celebrando en una casa ocupada a las afueras de Manacor. En la vivienda se encontró una plantación de marihuana, un kilo de cogollos y varias pastillas de éxtasis y ketamina. Todos los participantes fueron denunciados por incumplir las restricciones establecidas por la crisis del coronavirus y los dos moradores del inmueble, además, quedaron detenidos por un delito contra la salud pública.

La actuación se produjo hacia las cinco y media de la tarde del viernes. Los agentes fueron informados de que se estaba celebrando una fiesta clandestina en una finca rústica a las afueras de Manacor. Al lugar acudieron varias patrullas de la Policía Nacional y la Policía Local.

Los agentes comprobaron que en el lugar había reunidas 19 personas, incumpliendo las medidas decretadas para hacer frente a la crisis sanitaria del coronavirus. Los policías identificaron a todos los asistentes y levantaron sendas actas por infracciones administrativas, que pueden acarrear importantes multas.

Los funcionarios comprobaron durante la intervención que en una de las estancias de la casa había una plantación de marihuana. Había 30 plantas y sistemas para potenciar su crecimiento. Tras este hallazgo, los dos moradores de la vivienda, españoles de 30 y 39 años, quedaron detenidos como presuntos autores de un delito contra la salud pública. Ambos reconocieron ser los propietarios de la plantación, según explicó la Policía Nacional.

Al lugar acudieron entonces agentes de la Policía Judicial, quienes llevaron a cabo un minucioso registro en la vivienda. Hallaron un kilo de cogollos de marihuana en un cajón, varias pastillas de lo que parece ser éxtasis y ketamina y una pistola de aire comprimido. Todo quedó incautado.

Los dos detenidos fueron trasladados a comisaría para ser interrogados. Ambos fueron puestos ayer por la mañana a disposición del juzgado de guardia de Manacor, agregó la Policía.