La Guardia Civil ha detenido a un hombre de mediana edad como presunto autor de la muerte de la mujer transexual cuyo cuerpo sin vida fue hallado en la madrugada del sábado en avanzado estado de descomposición en una zona común del centro comercial Chaparral, en la urbanización Costa del Silencio, en el municipio de Arona, en Tenerife.

Según las fuentes consultadas por este periódico, la víctima ha sido identificada como Carlos S. y es de origen colombiano. Los investigadores de la Guardia Civil tratan de determinar si hubo muerte violenta, si el fallecimiento ocurrió hace cinco o seis días en el interior de un club de karaoke de la planta baja del complejo y si, horas antes de que se localizara el cuerpo, este fue trasladado por uno o más individuos hasta un pasillo del edificio, porque el olor a putrefacción empezaba a ser insoportable.

No obstante, varios trabajadores consultados negaron que el cadáver estuviera allí cuando cerraron sus negocios en la tarde-noche el pasado jueves.

La persona fallecida, de 29 años, tenía el pelo largo y los investigadores trabajan con la hipótesis de que, supuestamente, ejercía la prostitución para sobrevivir y frecuentaba el referido centro comercial, uno de los primeros que hubo en el Sur de la Isla, en la confluencia de la avenida José Antonio Tavío y la calle Diana.

La inspección del local realizada el sábado por los agentes de Criminalística se prolongó unas tres horas y media, tiempo que permitió a la Policía Judicial a tomar testimonios entre propietarios y trabajadores del centro comercial, y vecinos de la zona.

Tras la activación de los recursos de seguridad y emergencias, los primeros en llegar fueron policías locales de Arona, que acordonaron el exterior de lo que, hace años, fue un laboratorio fotográfico. Hasta el enclave se desplazaron agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife y del Equipo Territorial de Las Américas, así como profesionales del Laboratorio de Criminalística y dos forenses. El levantamiento del cadáver se llevó a cabo cerca del mediodía por orden de la jueza sustituta del Juzgado de Instrucción número 4 de Arona y la letrada de la Administración de Justicia de dicho órgano.

Y, a partir de ese momento, se hizo la inspección ocular del club de karaoke en el que se sospecha que pudo ocurrir la muerte del joven. Al mencionado local se accede por un estrecho pasillo, junto a la rampa para la entrada de mercancías. Tras una puerta metálica de color negro existe un espacio en el que cualquier persona puede hacerse socia tras pagar una inscripción y una cuota mensual. En el citado establecimiento, los miembros de la asociación pueden consumir bebidas, bailar o cantar. La inspección del local se prolongó unas tres horas y media.

La asociación Lánzate LGTBI+ de Canarias condenó anoche la brutal muerte de esta mujer, y pidió que estos actos "se condenen con toda la dureza de la ley".