Un empleado de mantenimiento de la prisión de Palma fue detenido ayer por la mañana, cuando trataba de introducir un centenar de pastillas y ampollas de anabolizantes en el centro penitenciario. El hombre llevaba meses siendo investigado, ya que la dirección del centro sospechaba que se dedicaba a distribuir drogas en la cárcel.

Funcionarios de la prisión habían detectado hace tiempo que se estaban introduciendo drogas, tanto anabolizantes como heroína y hachís, y las sospechas apuntaban a dos empleados externos que hacían trabajos de mantenimiento.

Tras varios meses de investigación, los dos sospechosos fueron interceptados ayer por la Guardia Civil cuando se disponían a entrar en prisión. Uno de ellos llevaba un centenar de pastillas anabolizantes y varias ampollas, por lo que fue detenido. Al otro investigado se le ha prohibido el acceso al centro.

La investigación sigue en marcha para determinar los cómplices que podría tener el detenido para distribuir finalmente las drogas entre los reclusos.