Agentes de la Policía Nacional han detenido a una mujer de Gijón de 60 años de edad por acosar durante años a un hombre de su entorno laboral, resultando ser además el responsable del departamento donde ella trabajaba.

Los hechos, según la denuncia interpuesta, se remontan ocho años atrás, cuando la mujer empezó a trabajar en la sección cuyo responsable era la víctima. Ella le hacía saber mediante mensajes su deseo de que ambos mantuvieran una relación sentimental, llegando a decirle que quería casarse con él y materializando esta petición con el envío de un anillo de compromiso.

El hombre de 54 años de edad, que nunca mantuvo una relación de tipo personal con esta mujer, puso los hechos en conocimiento de los responsables de la empresa, que tomaron medidas para que ambas personas no coincidiesen en sus respectivos puestos de trabajo. No obstante la mujer seguía acudiendo a la oficina del denunciante, le esperaba a la puerta, le decía que le quería y que anhelaba casarse con él.

En una ocasión llegó a forzar la puerta de una casa de la familia de la víctima, ubicada en una localidad del interior de Asturias, para presentarse a sus parientes y solicitar que intercedieran por ella para que él aceptara la relación. También, la mujer llegó a pintar corazones con su nombre y el de su pretendido en la fachada de la empresa donde trabajaba y a enviarle correos electrónicos reiterando sus pretensiones de formar una familia juntos.

La última vez que el denunciante sufrió el acoso de esta mujer, fue hace unos días cuando se plantó delante de su casa con una sábana blanca en la que había pintado en mayúsculas su nombre y la frase "TE AMO, CÁSATE CONMIGO DI: SÍ", además de un gran corazón.

Este hecho hizo que la victima avisara a la Policía Nacional porque ella insistía en hablar con él y exponerle todas las razones por las que debería considerar su propuesta. Hasta tres veces acudieron los policías al lugar señalado debido a que la mujer regresaba al edificio una y otra vez con sus mismas pretensiones. En cada ocasión se intentaba dialogar con ella para que abandonara el lugar y no sometiera a un acoso continuo a su compañero pero ella, que en principio accedía voluntariamente a marcharse y mostraba su convencimiento de no volver a contactar, pocos minutos después regresaba e insistía en exhibir la pancarta mientras tocaba el timbre reiteradamente en la vivienda.

En la tercera intervención la mujer se encontraba muy alterada y ya no atendía a las instrucciones impartidas. Pese a intentar calmarla en varias ocasiones y convencerla para que se fuera, recibió con insultos a los agentes y con la firme voluntad de no volver a marcharse hasta conseguir el fin pretendido. Finalmente fue detenida y trasladada a comisaría como presunta autora de un delito de acoso y coacciones.

La arrestada, a la que le constan dos reseñas policiales por delitos contra la propiedad, prestó declaración en dependencias policiales y posteriormente fue puesta a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia. El denunciante pidió a la Autoridad Judicial una Orden de Protección y Alejamiento con respecto a esta mujer porque ya no podía soportar más el hostigamiento al que lo tenía sometido.