En una sola madrugada, dos jóvenes delincuentes, ambos de 18 años, desvalijaron una cafetería, una pizzería y una cafetería de Marratxí. La Guardia Civil les detuvo por tres delitos de robo con fuerza.

Los ladrones violentaban la puerta de acceso al establecimiento que pretendían desvalijar. Una vez dentro del local, los delincuentes forzaban la caja registradora y se apoderaban de todo el dinero que había en el interior y de todo objeto de valor que se encontraban a su paso. Al utilizar una cizalla para abrirse camino, los daños que provocaban en los negocios eran muy cuantiosos. Hasta el punto de que los destrozos superaba con creces el importe de lo que sustraían.

La presencia de uno de los delincuentes en la estación de es Figueral no pasó desapercibida a uno de los vigilantes de seguridad. El joven que espera el tren le infundió sospechas y no dudó en avisar a la Guardia Civil. Una patrulla de la Guardia Civil se desplazó rápidamente hasta el lugar. Los agentes comprobaron que numerosos objetos que portaba no eran de su propiedad y procedieron a su detención. Investigadores del instituto armado del Pont d'Inca comprobaron que se trataba de efectos sustraídos en establecimientos desvalijados.

Las posteriores pesquisas determinaron que el detenido siempre actuaba en compañía de otro joven. Una vez localizado, este sujeto fue arrestado también por los tres en dichos establecimientos.