Un falso instalador de gas buscaba siempre un mismo perfil de sus víctimas: mujer sola y de edad avanzada. El estafador, de 40 años, se aprovechaba de la vulnerabilidad de estas mujeres para aprovechar un descuido de la víctima y desvalijarle todos los objetos de valor. La Policía Nacional ha detenido a este sujeto, de 40 años, por los presuntos delitos de hurto y estafa. Al menos seis ancianas, de entre 88 y 93 años, han resultado afectadas en Palma por sus acciones. El botín sustraído alcanzó los 30.000 euros en joyas y unos 3.000 euros en efectivo.

Este estafador había sido en realidad un instalador de gas hace unos años. En el año 2017 trabajó en este oficio en Palma. No obstante, en los últimos años su única dedicación ha sido estafar a ancianas bajo el pretexto de realizar una revisión "obligatoria" de la instalación de gas. Sus anteriores fechorías lo sitúan en ciudades del norte de España - Gijón, Santander o A Coruña- antes de volver a recalar en la capital balear.

Con carácter previo a perpetrar un nuevo fraude, este delincuente trataba de acotar su siguiente víctima para que encajara con el perfil buscado. A través de una página web localizaba a las titulares de números fijos en un determinado código postal, próximo a su lugar de residencia. En función del nombre de la mujer, si era antiguo o en desuso, llegaba a la conclusión de que se trataba de una anciana. Acto seguido realizaba la correspondiente llamada para alertar a la mujer de que debía someterse a una revisión "obligatoria" de su instalación de gas.

Joyas, dinero y herramientas del estafador.

Tras elegir a su siguiente objetivo, el delincuente enseñaba un carné falso de instalador. Una vez que la víctima le había franqueado el acceso al domicilio, el estafador desplegaba una amabilidad impostada para ganarse la confianza de la mujer. Siempre pedía el pago en efectivo por la supuesta revisión y esta cantidad podía variar desde los 50 hasta los 130 euros. El objetivo era localizar el lugar donde la anciana ocultaba el dinero y las joyas. Tras una nueva solicitud, el malhechor se quedaba a solas y lograba tener el camino expedito para sustraer los objetos de valor.

En prisión

A raíz de estas últimas fechorías cometidas en Palma con el mismo 'modus operandi', investigadores de la Comisaría del Distrito Centro de la Policía Nacional se encargaron del caso. Las pesquisas determinaron que el sospechoso había llegado a la capital balear el pasado mes de octubre. Ese sujeto ya residió en Ciutat años atrás y su trabajo real entonces era de instalador de gas. Luego aprovechó estos conocimientos para convertirse en estafador.

Detalle de algunas de las piezas sustraídas.

Sobre este mismo sujeto recaían numerosas órdenes de busca y captura dictadas por juzgados de Galicia, Asturias y Cantabria por hechos similares. Cuando la Policía estaba tras su pista, logró huir. Este delincuente era muy escurridizo y evitaba dejar cualquier rastro que le incriminara. Viajaba en un vehículo de renting y usaba líneas de teléfono a nombre de otras personas.

Las pesquisas dieron finalmente su fruto y los investigadores le detuvieron el pasado lunes. Ese mismo día había hecho 76 llamadas a sus víctimas potenciales. En el interior de su vehículo se hallaron numerosos efects con los que fingía ser revisor de gas. Entre estos se encontraban una acreditación falsa, herramientas, documentos de distintas empresas o facturas en blanco.En su domicilio encontraron numerosas joyas y biisutería, que aún no había vendido y parte del dinero del botín. Tras ser puesto a disposición judicial, el juez ordenó su ingreso en prisión.