El propietario de un taller mecánico y empresa de compraventa de coches de segunda mano de Palma aceptó ayer una condena de un año de cárcel y una multa de 1.080 euros por vender 36 vehículos con el cuentakilómetros manipulado. Durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial, el hombre se declaró autor de un delito de estafa agravada y ha depositado ya unos 50.000 euros para indemnizar a los perjudicados. La pena de prisión queda suspendida a condición de que no vuelva a cometer delitos en tres años.

El procesado admitió que entre 2014 y 2017 compraba coches con muchos kilómetros y manipulaba el contador, logrando reducirlos notablemente y consiguiendo venderles a un precio superior sin que los compradores conocieran esta alteración. La fiscalía reclamaba inicialmente cinco años de prisión para el hombre, pero ayer rebajó su petición al alcanzar un acuerdo de conformidad con el abogado defensor, Gaspar Oliver.