El propietario de una empresa de compraventa de coches de segunda mano de Palma se enfrenta a una pena de cinco años de prisión por un delito de estafa continuada, acusado de haber manipulado los kilometrajes de al menos 36 vehículos para aumentar su precio. Según el fiscal habría cometido este fraude en una serie de transacciones realizadas entre abril de 2014 y febrero de 2017. Las cantidades estafadas van de los 500 euros y los 8.000 que cobró de más a un comprador de un Nissan Qashqai, al que redujo el kilometraje en más de 118.000 kilómetros. El juicio se celebrará esta semana a lo largo de tres días, ya que esta previsto que declaren las víctimas de las estafas.

Según el escrito de acusación fiscal, el acusado, propietario de un taller y empresa de compraventa de coches de segunda mano de Palma con décadas de antigüedad, «se aprovechó de su credibilidad y de la confianza que muchos de sus clientes tenían depositada en él», para llevar a cabo de forma sistemática las estafas. Compraba coches con un kilometraje muy elevado y los manipulaba, logrando reducirlos notablemente, con lo que conseguía un beneficio económico muy superior.

Según relata la fiscalía, el primer casos que se tiene registrado ocurrió el 16 de abril de 2014, cuando vendió un Fiat Panda que había adquirido unos meses antes con 91.251 kilómetros. Previamente había manipulado el kilometraje del vehículo y redujo el kilometraje que marcaba hasta los 40.000 kilómetros. Vendió el coche por 5.150 euros, provocando un perjuicio al comprador que el fiscal calcula en 512 euros.

Estas presuntas estafas se sucedieron a lo largo de los años siguientes y la cuantía defraudada fue ascendiendo. La fiscalía ha recopilado al menos 36 operaciones fraudulentas, en las que el empresario rebajaba cada vez más los elevados kilometrajes de los coches que adquiría, y conseguía así aumentar sus beneficios. En la mayoría de los casos la estafa oscilaba entre los 1.000 y los 2.000 euros, aunque en octubre de 2015 compró un Nissan Qashqai con 190.000 kilómetros , de los que rebajó 118.000. De esta forma logró vender el vehículo por 12.000 euros, lo que supone un sobreprecio de más de 8.000 euros sobre su valor real.

El hombre habría continuado con esta práctica hasta febrero de 2017, cuando fue descubierto. El total defraudado alcanzaría los 50.000 euros.

El fiscal considera los hechos constitutivos de un delito de estafa continuada, por el que solicita una pena de cinco años de prisión. El juicio se celebrará esta semana a lo largo de tres días en la Audiencia de Palma.