El pasado mes se cumplieron siete años del asesinato de Asunta Basterra, la menor de 12 años de origen chino hallada muerta en Teo (A Coruña) y por cuya muerte fueron condenados sus progenitores, Rosario Porto y Alfonso Basterra.

Siete años después, el letrado de Rosario Porto, José Luis Gutiérrez Aranguren, insistía en que su cliente afronta el aniversario de la muerte de su hija en condiciones anímicas "malas". Desde su condena, a 18 años de cárcel por un delito de asesinato con agravante de parentesco, los progenitores permanecían en la cárcel. Inicialmente, ambos en la prisión de Teixeiro (A Coruña), aunque Rosario Porto fue trasladada posteriormente a la cárcel de A Lama, en Pontevedra. Ahora se encontraba en Brieva (Ávila) donde se ha suicidado esta mañana.

Muerte por asfixia

Como resultado de la investigación y de las pruebas practicadas, en relación a la muerte de Asunta Basterra se determinó que su fallecimiento se había producido por asfixia y que, anteriormente y durante meses, la niña había ingerido un asiolítico, Orfidal, que anuló su voluntad antes de ser asesinada. El cuerpo fue localizado después de que, en la madrugada del 22 de septiembre, dos hombres que circulaban por una pista forestal del lugar de Ferros, en la localidad coruñesa de Teo, dieran la voz de alarma.

Durante las primeras horas, los investigadores capitaneados por el titular del Juzgado de Instrucción 2 de Santiago, José Antonio Vázquez Taín, determinaron que la niña había fallecido en otro lugar y que no había sufrido agresión sexual.

Sin embargo, las "inconsistencias" detectadas por la Guardia Civil en las declaraciones de los padres sobre los últimos movimientos de Asunta y las primeras pruebas precipitaron sus detenciones. Rosario Porto, conocida abogada compostelana, fue detenida el 24, dos días después de la localización del cuerpo. La Guardia Civil la trasladó al cuartel desde el tanatorio compostelano de Boisaca, donde acababa de asistir a la incineración de su hija. Alfonso Basterra, periodista, fue detenido al día siguiente, tras un registro en una de las viviendas de su exmujer en la que los agentes creen que se produjo la muerte.