La Guardia Civil ha destapado un fraude a gran escala en la venta de miel en Balears. Un hombre ha sido investigado por estafa y delito contra la salud pública en Pollença al vender, supuestamente producto de la localidad cuando en realidad era sirope con mezcla de mieles procedentes de países de fuera de la UE. Mientras, en Ibiza dos personas, un padre y su hijo, han sido detenidas por un presunto delito contra la salud pública. El producto apícola que comercializaban como miel con panal no era apto para el consumo humano. Superaba con creces los límites máximos de residuos y ponían en serio riesgo la salud de los consumidores. De hecho, contenía restos de plaguicidas y de medicamentos no autorizados de uso veterinario.

La investigación contra la miel adulterada en Mallorca e Ibiza la inició la Guardia Civil a principios del año pasado. Como consecuencia de estas actuaciones se inspeccionaron numerosos comercios y locales de producción.

En las pesquisas del instituto armado también han colaborado expertos del Servicio de Seguridad Alimentaria y Nutrición de la Conselleria de Salud Pública y Participación, así como especialistas en la materia del Servicio de Calidad Agroalimentaria y el Servicio de Ganadería de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación del Govern blaear. Fruto de estas indagaciones un productor de supuesta miel en Pollença ha sido investigado por presunta estafa y dos personas han sido detenidas en Ibiza por delito contra la salud pública.

La investigación en Mallorca la protagonizaron agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en colaboración con inspectoras de la Conselleria de Agricultura de Pesca y Alimentación del Govern balear. Ambos realizaron varias inspecciones en comercios de la isla dedicados a la venta de miel.

El principal fraude lo detectaron en Pollença. El propietario de una empresa dedicada, supuestamente, a la producción, distribución y venta de miel artesanal, con productos apícolas de la localidad. Los investigadores descubrieron que lo que en verdad vendía era sirope o jarabe aderezado con fragmentos de panal de abejas. En el análisis polínico se determinó que se trataba de una mezcla de mieles de fuera de la Unión Europea, en su mayoría de China. En la etiqueta marca que se trataba de producto de Mallorca, recogido en los alrededores de la localidad, con lo que inducía a engaño al consumidor.

Las posteriores indagaciones sirvieron para averiguar que compraba la miel a empresas de la Península por un precio que rondaba los cinco euros el kilo y la comercializaba como miel originaria de panales de Pollença a un precio que oscilaba entre los 18 y los 22 euros, según la variedad.

Más graves aún han sido las irregularidades detectadas en torno a la miel en Ibiza. Las quejas y denuncias se han sucedido en esta isla por la instalación de apiarios no autorizados, en torno a unas 1.000 casetas. Los investigadores del Seprona descubrieron que los responsables eran un padre y su hijo. Desde el primer momento surgieron dudas sobre la procedencia de los productos apícolas que envasaban para la venta y el tratamiento que se les daba.

Después de tomar muestras de las diferentes presentaciones y variedad de miel con las que contaban en esta empresa familiar, se enviaron a laboratorios para realizarles un análisis exhaustivo. Estos estudios determinaron la presencia de sustancias activas en la cera del producto comercializado como miel con panal. Estos superaban con creces los límites máximos de residuos.

Así, entre las sustancias detectadas en estos productos apícolas se encontraban restos que podrían poner en serio riesgo la salud del consumidor. Entre estos se encontraban plaguicidas y fármacos de uso veterinario no autorizados por la Agencia Española del Medicamento. Estos eran Acrinathrin, Chlorfervinphos, Coumaphos y T-fluvinate.

Los investigadores realizaron registros en una vivienda de Sant Antoni y en un almacén de Santa Eulària. Allí intervinieron ordenadores y discos duros para analizar numerosas muestras y botes que contenían mieles de varias clases. También hallaron cajas de cartón con polen y productos fitosanitarios. En dicho almacén realizaron el envasado y el etiquetado de la miel desde cubas de gran tamaño a botes pequeños para su venta. El padre y el hijo han sido detenidos por un presunto delito contra la salud pública y se han retirado del mercado todos los envases de miel con trozos de panal destinados al consumo humano.