Trece años de prisión es la pena que solicita la acusación particular, representada por el abogado Ricard Mesquida, que ejerce la familia de un hombre que falleció el pasado año tras mantener una discusión con su compañero de piso. La fiscalía y esta acusación imputan al acusado, Antonio S.A., nacido en Portugal, de 80 años de edad, un delito de homicidio, que habría cometido en la noche del día 20 de septiembre del pasado año. La víctima, Elías Martín Espinoza Zambrano, de 50 años de edad, falleció al sufrir un ataque con unas tijeras, que le clavaron en el lado derecho del cuello. La víctima murió desangrada, al no poder hacer nada los sanitarios para taponar la herida.

Víctima y acusado compartían un piso que está situado en la calle Indalecio Prieto, en el barrio de Son Gotleu, en Palma. Sobre las diez y media de la noche, el acusado regresó a su domicilio. Solía discutir con frecuencia con su compañero de piso y esa noche se volvió a repetir este enfrentamiento. Discutían por el alquiler de la habitación, o por la falta de limpieza de la vivienda.

La acusación describe que el presunto agresor, con «la intención de quitar la vida a Elías», agarró las tijeras y se las clavó a su oponente. Con el arma le alcanzó el cuello, seccionándole la yugular. La víctima no tuvo ninguna posibilidad de defenderse. La herida provocó que se desangrara de inmediato. Fue atendido por los sanitarios del 061 y más tarde por los médicos. Nadie pudo hacer nada para detener la hemorragia, dado que el arma había perforado varios vasos importantes del cuello.

El hombre de 80 años de edad fue quien avisó a la Policía y confesó que había atacado a su compañero de piso, con el que llevaba conviviendo alrededor de un año. El acusado señaló que había tenido que defenderse, al ser atacado con una botella que había agarrado el otro inquilino, que era de nacionalidad ecuatoriana. Por tanto, su estrategia de defensa se basará en que actuó en legítima defensa, por lo que inicialmente su abogado solicitará la libre absolución.

Familia

La víctima llevaba también unos diez años residiendo en Mallorca. Su profesión era la de albañil. Estaba casado y era padre de cinco hijos. Si bien se había separado de su mujer, la familia afirma que todos sus hijos dependían económicamente de él. Por esta razón, la acusación particular solicita que el acusado, que apenas dispone de medios económicos, indemnice a la familia de la víctima, incluida su nieta, por el daño que causó con este ataque con las tijeras. El acusado de nacionalidad portuguesa, que los vecinos de Son Gotleu recordaban como una persona muy tranquila, se encuentra privado de libertad desde el día que ocurrieron los hechos. La próxima semana está previsto que sea juzgado por homicidio y la vista se celebrará ante un jurado popular.