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Catorce acusados reconocen en la Audiencia el tráfico de drogas

Otros quince procesados han negado su implicación en el macrojuicio que se celebra en Palma

Sala de la Audiencia.

Cisma en la treintena de acusados en el macrojuicio por narcotráfico que se celebra desde ayer en la Audiencia de Palma. Mientras catorce de ellos reconocieron su implicación en los hechos de los que se les acusaba, otros quince se resistieron a admitir su participación.

Así, casi la mitad de los procesados admitieron su actividad delictiva con la finalidad de alcanzar un acuerdo de conformidad con la fiscalía y ver rebajada su petición de pena. Por el contrario, la otra mitad se resistía a este pacto y prefería que su presunción de inocencia solo fuera desmontada con la celebración del juicio.

El fiscal acusa a estos acusados de introducir en Mallorca, al menos desde septiembre de 2017 hasta noviembre de 2018, grandes cantidades de cocaína procedente de Sudamérica por medio de ‘caletas’, compartimentos ocultos, en vehículos que llegaban a la isla procedente de la Península.

En su escrito de acusación, el representante del ministerio público solicita inicialmente para los 29 acusados penas que suman 265 años de prisión y reclama multas por valor de 8,5 millones de euros. En concreto, les acusa a la mayoría de ellos de delitos contra la salud pública, y pertenencia a organización criminal. Mientras, algunos de los encausados están procesados por tenencia ilícita de armas y blanqueo de capitales.

Tres salas habilitadas

La celebración de este macrojuicio en la Audiencia Provincial de Palma, con 29 acusados y en plena pandemia de la covid-19, obligó a adoptar unas medidas sin precedentes para garantizar todas las medidas sanitarias para prevenir los contagios de coronavirus.

En este sentido, tres salas diferenciadas se habilitaron ayer para la celebración de la vista oral. Así, una de ellas se destinó a los acusados que se encontraban en prisión preventiva. Otra estancia albergó a los encausados que estaban en libertad con cargos. Finalmente, la tercera acogió a los 25 letrados que acogieron a sus clientes.

Uno de los procesados tuvo que declarar por videoconferencia tras encontrarse en cuarentena después de haber dado positivo por coronavirus. Mediante la tecnología, en todas las salas se podía ver al tribunal.

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