La Audiencia Provincial de Balears retomó ayer el juicio al conocido como clan de los Orta, en los que 16 acusados afrontan penas que suman más de cien años de cárcel y multas por valor de 601.500 euros.

El juicio celebró dos sesiones a principios de mes. Continuará hasta el día 26 y también se reservó una jornada para el 29.

Las sesiones se retomaron con la declaración de un acusado al que se le reprodujeron las grabaciones de llamadas telefónicas intervenidas por la Guardia Civil. En estas conversaciones, el hombre hablaba con otras personas sobre el negocio de la droga, según la Fiscalía.

Posteriormente compareció un oficial de la Guardia Civil que participó en la investigación. Ha detallado cómo se iniciaron las pesquisas a raíz de otra operación, en la que se detectó un envío de droga hacia Mallorca que estaría esperando una persona sin identificar. Se intervino el teléfono de la persona afincada en Mallorca, sin conocer su identidad. Resultó ser el hijo del patriarca del clan de los Orta y a partir de estas actuaciones se fueron constatando otras conexiones, en algunos casos con personas con antecedentes por narcotráfico.

Así, la Guardia Civil descubrió un presunto grupo que se dedicaría al ‘menudeo’ en zonas de Manacor, Felanitx, Portocolom, Porto Cristo, Sant Llorenç y Son Carrió.

El agente también explicó que se detectó un grupo con actividad en Palma que utilizaría un bar de la zona de San Fernando para realizar transacciones, reuniones y hacer llegar la droga que vendían directamente a los consumidores.