Un joven fue condenado ayer a un año de prisión por una agresión sexual a una adolescente de 17 años en el Port de Sóller. El acusado abordó a la víctima en plena calle, la manoseó, la besó y la amenazó para que no gritara. La chica logró pedir ayuda a una amiga a través de Whatsapp y esta contactó con la Policía. El acusado reconoció los hechos durante el juicio y aceptó la pena pactada por su abogado y la fiscal.

El procesado se acercó a la adolescente a las cinco y media de la madrugada ante una discoteca. Tras decirle que era muy guapa y quería casarse con ella, la agarró con fuerza por la cintura y la sujetó para que no se fuera. La chica le dijo que era menor de edad y que quería irse a casa, e intentó llamar por teléfono a una amiga. El joven la amenazó entonces con hacerse daño si gritaba o llamaba a alguien.

Acto seguido, empezó a darle besos con lengua en la boca y a tocarle el culo pese a la oposición de la adolescente. La menor, mientras el procesado la sujetaba por la cintura, aprovechó un descuido para enviar un mensaje a una amiga, quien contactó con los servicios de emergencias. Al lugar acudieron patrullas de la Policía Local y la Guardia Civil, que arrestaron al acusado.

El joven aceptó ayer un año de cárcel por un delito de agresión sexual con la atenuante de reparación del daño, ya que ha indemnizado con mil euros a la chica.