Un coche, que acababa de llegar ayer por la mañana en un ferry al Port d’Alcúdia, escondía en su interior más de 14 kilos de cocaína. Tras el hallazgo de la droga, la Guardia Civil detuvo al conductor del vehículo, un hombre de 67 años de nacionalidad belga, por un presunto delito contra la salud pública.

El hallazgo de este importante alijo de cocaína se realizó ayer por la mañana en el transcurso del control rutinario que se realiza a todos los buques que llegan al Port d’Alcúdia. En este dispositivo participaban tanto los agentes de la Guardia Civil destinados en dicho puerto como los especialistas en la detección de drogas.

Como en otras muchas ocasiones, los agentes del instituto armado inspeccionaron todos los vehículos. Así, el guía canino del Servicio Cinológico de la Guardia Civil pasó a su perro por los coches estacionados en la bodega del barco cuando el animal se detuvo bruscamente ante uno de los turismos. El can marcó un automóvil como positivo de estar albergando sustancia estupefaciente en el interior.

Una cámara especial

A partir de este momento, el vehículo fue sometido a un registro exhaustivo para encontrar la droga que había marcado el animal. La extrema dificultad para encontrar la sustancia estupefaciente llevó a los agentes de la Guardia Civil a servirse de una cámara boroscópica, en el extremo de un cable, para inspeccionar el interior del automóvil. Finalmente, en un doble fondo, se encontraron varios paquetes de cocaína, cuyo peso exacto ascendía a 14,3 kilos.

A continuación, el conductor del vehículo, un ciudadano belga de 67 años, fue detenido por un presunto delito contra la salud pública, El hallazgo de la cocaína escondida en un habitáculo del coche también d