Una joven de 28 años y con una discapacidad del 73 % relató ayer por videoconferencia cómo un desconocido con el que se encontró en una calle de Valencia la violó en agosto de 2018 tras golpearla y amenazarla con un martillo.

La víctima de esta agresión sexual explicó que accedió a sus deseos sexuales porque estaba totalmente atemorizada. "Yo no quería, pero tenía miedo, llevaba un martillo en la mano, y dejé que me violara", confesó la agredida en el juicio contra su presunto violador, que se enfrenta a una pena de quince años de cárcel y diez años más de libertad vigilada.

El agresor no llegó a consumar totalmente la violación, gracias a la rápida intervención de la Policía. "Los agentes llegaron antes de que eyaculara", apuntó la víctima ante las preguntas de la fiscal.

Los policías, que también declararon ayer en la vista oral celebrada en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Valencia, indicaron que cuando acudieron al lugar localizaron a la mujer con lesiones en el cuello y el procesado todavía portaba encima el martillo con el que presuntamente intimidó a su víctima.

Los hechos ocurrieron a las dos y media de la madrugada del 29 de agosto de 2018 cuando la víctima, que presenta una discapacidad del 73 % con inteligencia límite y tutelada por la Generalitat, se encontraba sentada en un banco de una céntrica calle de Valencia cuando se le acercó el acusado.

La joven sostiene que le pidió un cigarro y este le dijo que le hiciera una felación. Como se negó comenzó a golpearla, le rompió la camiseta y la amenazó con un martillo hasta que logró su propósito. El procesado se limitó en el juicio a negar los hechos por los que se le enjuicia.