El líder de la red de narcotraficantes desmantelada esta semana en Palma por la Policía Nacional manejaba la organización con mano de hierro. No dudaba en encañonar con su pistola de nueve milímetros a todos aquellos que no pagaban sus deudas con puntualidad.

Una investigación policial de más de seis meses culminó esta semana con la fase de explotación de la denominada ‘Operación Pólvora’. Los agentes detuvieron a 18 personas por un presunto delito contra la salud pública y por pertenencia a organización criminal.

Esta organización de narcotraficantes estaba considerada una de las más activas de la isla. De hecho, ha sido una de las redes de tráfico de drogas de Mallorca que mejor ha logrado adaptarse a las especiales circunstancias que supuso el confinamiento por la alerta sanitaria del coronavirus.

El líder de la organización era un hombre de 47 años, de nacionalidad cubana. Cuenta con numerosos antecedentes en su haber y la estructura era piramidal. El cabecilla supervisaba personalmente las entregas y ventas de drogas.

La Policía Nacional efectuó el pasado martes una veintena de registros en Can Picafort, Santa Maria, Campos, Bunyola, Santa Eugénia y Palma. En la capital balear tenía una red de trasteros donde escondía la droga. Hallaron en uno 2,5 kilos de cocaína y su laboratorio para adulterarla. También encontraron 350.000 euros en billetes.