Un violador en serie se sentará mañana viernes en el banquillo de los acusados para responder de cuatro presuntas agresiones sexuales en Palma. Dos de ellas consumadas y otras tantas en grado de tentativa. El fiscal pide 26 años de prisión para el acusado.
El violador empleaba una brutalidad desmedida a la hora de cometer las agresiones sexuales. Las dos víctimas de las violaciones consumadas ejercían la prostitución.
La primera de las violaciones que se atribuyen a este individuo se cometió la noche del 25 de mayo del año pasado. Sobre las cuatro de la madrugada, el depredador sexual captó a una joven que ejercía la prostitución en la Porta de Sant Antoni y la invitó a subirse a su vehículo.
El presunto violador condujo su coche hasta la avenida de México, en el barrio palmesano de Nou Llevant, y lo estacionó en una zona apartada, junto a un descampado. Una vez allí, el delincuente sexual propinó a la víctima un fuerte puñetazo en el cuello y empujó su cara contra el cristal de la ventanilla del vehículo. Mientras, con la otra le rompió el elástico del pantalón y el de las bragas. A continuación, el agresor sexual la penetró vaginal y analmente.
A continuación, el violador expulsó a la mujer del coche de un fuerte empujón. Acto seguido, el sujeto se abalanzó sobre ella y consumó una segunda agresión sexual sin que la víctima tuviera fuerzas para poder defenderse.
Como consecuencia de las brutales violaciones, la víctima sufrió dermoabrasiones en las piernas, contusiones varias y fuerte dolor en los trapecios. La afectada tardó cinco días en curarse.
Apenas dos meses después, el depredador sexual volvió a las andadas. Así, entre las dos de la madrugada del 22 de julio del año pasado y la madrugada del 26 de julio, este sujeto captó a otra mujer que ejercía la prostitución en la Porta de Sant Antoni y la invitó a subir a su coche. El violador condujo hasta las inmediaciones del aeropuerto de Palma, pero la mujer le instó a que la llevara de regreso hasta el centro de Ciutat. El individuo se negó taxativamente e instó a la víctima a que se quitara la ropa.
A continuación, la mujer consiguió abandonar el vehículo a la carrera, pero el sujeto no tardó en darle alcance y la arrastró hacia el interior del coche tirándola del pelo. Una vez en el habitáculo, el sujeto propinó golpes y puñetazos a la víctima por todo el cuerpo. También le dio un mordisco en un hombro.
Cuando ya parecía que había minado su resistencia, el delincuente sexual obligó a la mujer a que le practicara una felación. La víctima accedió “por miedo a que siguiera golpeándola”, según reza el escrito de acusación del fiscal. Acto seguido, el violador la penetró vaginalmente, al tiempo que le aplastaba la cara contra un asiento del turismo.
Forcejeo en la calle
Además de estas dos violaciones consumadas, el ministerio público considera al encausado autor de otras tantas agresiones sexuales en grado de tentativa.
Así, a finales del mes de mayo del año pasado, el sujeto se dirigió otra vez a la Porta de Sant Antoni e invitó de nuevo a una mujer a mantener relaciones sexuales. Algo a lo que esta se negó. Entre ambos se inició un forcejeo, pero la víctima se logró zafar de él. Además le advirtió de que había cámaras de videovigilancia en la zona y de que estas habrían grabado la escena.
Finalmente, sobre las 23.00 horas del 6 de agosto del año pasado, el sujeto se abalanzó sobre una mujer que paseaba a su perro en la calle General Antoni Barceló, la cogió del pelo y esta comenzó a gritar. El violador se vio forzado a huir del lugar.
El fiscal pide para el acusado 24 años de prisión por las agresiones sexuales consumadas y dos años por las tentativas de violación.
