Los agentes del Grupo contra el Crimen Organizado de la Policía Nacional se incautaron el martes de más de dos kilos de cocaína, sesenta kilos de sustancia de corte y 350.ooo euros en el transcurso de la ‘operación Pólvora’, en la que se ha desarticulado una de las principales organizaciones de distribución de droga de Mallorca. Los dieciocho detenidos pasarán a disposición judicial hoy.

La ‘operación Pólvora’, fruto de una larga investigación sobre una compleja organización de narcotraficantes de Mallorca, culminó el martes con 19 registros en Palma, Santa Maria, Santa Eugènia, Campos, Bunyola y Can Picafort. 

En total hubo 18 detenidos, y los investigadores se incautaron de 2.250 gramos de cocaína (tanto en paquetes grandes como en dosis dispuestas para su venta), así como de 60 kilos de sustancia de corte, cuarenta de marihuana, dos coches de alta gama y una pistola de fuego real con munición. En los registros aparecieron también 350.000 euros en efectivo.

Los investigadores localizaron un laboratorio donde se adulteraba la droga y consideran que la organización introducía en la isla importantes cantidades de cocaína, multiplicaba su peso al mezclarla con las sustancias de corte, y la distribuía entre bandas de toda Mallorca, que la vendían a los consumidores finales.

El Grupo contra el Crimen Organizado, adscrito a la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional llevaba meses investigando las actividades de esta banda, que se había mantenido muy activa durante los meses del confinamiento y se había convertido en una de las principales vías de suministro de cocaína de diversos clanes de narcotraficantes de toda la isla.

El martes a primera hora de la mañana un fuerte contingente policial dirigido por los agentes antidroga y con la colaboración de varios grupos de Seguridad Ciudadana irrumpió en los diecinueve inmuebles que tenían controlados. Entre ellos había viviendas, pero también locales y trastaros.

Uno de los hallazgos más importantes se dio en un piso de los alrededores de la calle Aragón, donde los agentes descubrieron un laboratorio para la adulteración de la droga.

Los investigadores consideran que la organización recibía paquetes de cocaína de gran pureza directamente desde Sudamérica. La droga se mezclaba con las sustancias de corte en este laboratorio, de manera que las cantidades se multiplicaban, y posteriormente se distribuían entre otros grupos menores de narcos repartidos por toda la isla, que la vendían a los consumidores finales.