El adolescente de 17 años que el año pasado mató a su madre en s'Arenal, en Palma, fue condenado ayer a seis años y nueve meses de internamiento. El menor se declaró durante el juicio autor de un delito de homicidio por la muerte de Gloria Francisca Zavala, ecuatoriana de 53 años, y admitió que la asfixió tras tirarla al suelo durante una discusión. Tanto él como su novia, también menor de edad y con quien huyó a Bélgica, fueron condenados por estafa al haber utilizado la tarjeta de crédito de otra persona para costear la fuga. La chica, que no estuvo implicada en el crimen, aceptó por este delito diez meses de internamiento.

De acuerdo con el relato pactado por las partes, los hechos ocurrieron entre las tres y las cuatro de la tarde del 10 de mayo de 2019. Madre e hijo se enzarzaron en una discusión y forcejearon en el garaje de la vivienda, en el número 278A de la Carretera Militar. El adolescente tiró a la mujer al suelo y la asfixió, aunque no está claro si lo hizo tapándole la nariz y la boca con una toalla o colocándose sobre ella para oprimirle el pecho. Tras el crimen, el menor enrolló una toalla en la cabeza de su madre, cubrió el cuerpo con bolsas de plástico negras y lo tapó con una especie de baúl de plástico. Luego cerró por dentro con llave la puerta del garaje y colocó un candado para evitar que dos personas que guardaban allí sus motos pudieran acceder.

El chico convivió cuatro días con el cadáver. El 14 de mayo, cuando Gloria Zavala no fue a trabajar y saltaron las primeras alarmas,Gloria Zavala no fue a trabajar y saltaron las primeras alarmas él y una amiga de la mujer acudieron a la Policía Nacional para denunciar su desaparición. Esa misma noche, el hijo de la víctima y su novia, también menor de edad y que no sabía nada del crimen, se fugaron de Mallorca. Utilizando una tarjeta de crédito de una amiga de Gloria Zavala, compraron billetes de avión a Barcelona, donde pasaron una noche en un camping. Al día siguiente, ambos volaron a Bruselas y se alojaron en un hotel. En total, gastaron 1.400 euros.

El cadáver de la víctima fue hallado en la madrugada del 15 de mayo por el novio de la mujer, que regresó esa noche de un viaje. La Policía Nacional abrió una investigación que desde el primer momento apuntó a los dos adolescentes. Las pesquisas del grupo de Homicidios culminaron en una semana. El 21 de mayo, la pareja fue detenida en un hotel de Bruselas y extraditada unos días después a España. Los dos ingresaron en sendos centros de menores por delitos de homicidio y estafa. En es Pinaret, el chico protagonizó un motín por el que ya ha sido condenado.

El adolescente no declaró entonces formalmente sobre lo ocurrido, pero sí admitió el crimen ante los psicólogos que lo atendieron. Finalmente, el pasado 1 de julio, tras las conversaciones mantenidas por su abogado y el fiscal encargado del caso, prestó declaración para reconocer su implicación. En su comparecencia, señaló que la relación con su madre estaba muy deteriorada. Tenían muchas discusiones y ella solía darle correazos y golpes durante estas riñasella solía darle correazos y golpes durante estas riñas, afirmó. En la última pelea, él intentaba marcharse de la casa pero su madre le persiguió con un palo, afirmó.

El acuerdo entre los letrados de los dos menores y el fiscal cristalizó ayer en una conformidad. En el juicio, el chico se declaró autor de delitos de homicidio y estafa, por los que aceptó seis años y nueve meses de internamiento en régimen cerrado y cinco años de libertad vigilada. Además, deberá indemnizar con un total de 18.000 euros a los otros dos hijos de la víctima y a su abuelo materno.

La adolescente, por su parte, aceptó una pena de diez meses de internamiento -que ya ha cumplido- y un año de libertad vigilada por la estafa. Sus padres ya han abonado 1.200 euros para indemnizar a la titular de la tarjeta de crédito.