El titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Palma, el juez Enrique Morell, ordenó ayer la clausura de una supuesta asociación cannábica de Palma, con sede en Can Valero, por ser una supuesta tapadera del tráfico de drogas. El juez de guardia también decretó el alejamiento de 500 metros del cabecilla y de sus familiares y empleados de dos de sus residencias en Son Ferriol y Bunyola.

Un total de seis personas fueron detenidas por la Policía Nacional por su presunta relación con esta asociación cannábica. Cinco de ellas fueron presentadas ante el juez de guardia y otro fue llevado a la Fiscalía de Menores.

Una investigación del Grupo II de Estupefacientes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO), en estrecha colaboración con la Policía Local de Palma, destapó este entramado. Una asociación cannábica, con la sede en la calle Poima de Can Valero, se encontraba bajo sospecha. El trasfondo era que su verdadera finalidad fuera el tráfico de marihuana y de hachís.

El elevado y deslumbrante tren de vida del cerebro de esta organización no se correspondía en absoluto con la modesta apariencia de su supuesta asociación cannábica, clausurada ayer por el juez de guardia. De hecho, las estimaciones apuntan a que podría obtener unos ingresos de medio millón de euros al año con la venta de drogas.

Además, el líder de esta asociación cannábica, de 47 años, se trata de un viejo conocido con una decena de antecedentes en su haber. Su organización era casi familiar. En dicho establecimiento tenía trabajando a sus hijos de 17 y de 18 años. También ejercía como gerente, contable y relaciones públicas la pareja sentimental del cabecilla, de 22 años de edad. Asimismo, en esta asociación también trabajaban dos jóvenes empleados de origen magrebí, uno de 24 años y otro de 29.

La apariencia de la entidad, que favorecía el consumo de marihuana, escondía cuál era su verdadera finalidad: procurarse un enriquecimiento desaforado y la acumulación de un gran patrimonio.

Así, el líder poseía dos fincas en Son Ferriol y Bunyola donde albergaba grandes plantaciones de marihuana. Y sobre las que el juez de guardia decretó ayer su alejamiento a más de 500 metros de distancia. Entre sus propiedades destacaba un trastero de gran tamaño que hacía las veces de almacén. En las dos fincas contaba con centenares de metros cuadrados habitables y miles de terreno a su disposición.

250 kilos de marihuana

El pasado jueves se puso en marcha la fase de explotación de la denominada Operación Martillo para atacar al considerado como el rey de las asociaciones cannábicas de Palma. Entonces se produjeron las seis detenciones que ayer fueron puestos a disposición judicial.

En el transcurso de los registros domiciliarios, los agentes intervinieron medio millar de plantas de marihuana, con un peso total de 250 kilos, 13 kilos de cannabis sativa dispuesta para su venta y de kilo y medio de hachís. Así, en el local de Can Valero confiscaron cuatro kilos de marihuana y hachís. En la finca de Son Ferriol hallaron nueve kilos de marihuana y un kilo de hachís y en la de Bunyola encontraron 600 gramos de hachís. Asimismo, se incautaron de 3.625 euros en efectivo.

Golpes policiales

Esta actuación policial supone el colofón de las operaciones contra este tipo de organizaciones que, bajo el paraguas de clubes para fomentar el consumo de sustancias cannábicas, son una tapadera para el tráfico de todo tipo de sustancias estupefacientes y obtienen unos beneficios millonarios.

A raíz de estas pesquisas, los investigadores del Grupo II de Estupefacientes de la UDYCO, junto con la Policía Local, activaron un Plan integral de Actuación. Así, durante varios meses se analizaron en detalle el funcionamiento de estas supuestas asociaciones cannábicas, se ubicaron dónde se encontraban los locales que se dedicaban a la venta de droga y se identificó a sus responsables.

En una segunda fase, se efectuó una docena de operaciones antidroga. El balance fue de más de una veintena de detenidos por presuntos delitos contra la salud pública, más de 100 kilos de hachís y marihuana intervenidos y miles de euros incautados.