El pasado jueves por la mañana varias dotaciones policiales fuertemente armadas se despliegan alrededor de unas dependencias en el puerto de Palma. No es para menos, ya que se disponen a custodiar un alijo de 3.800 kilos de hachís y con un precio final en el mercado negro de 22 millones de euros durante su traslado para ser destruido en la incineradora de Son Reus. El problema es que la comitiva, en la que participan varios coches y una decena de uniformados, se coloca cerca de la sede de la Autoridad Portuaria de Balears, marcada recientemente por una operación anticorrupción, y algunos testigos sacan conclusiones precipitadas sobre nuevos registros en las oficinas de la institución. La bola de nieve fue en aumento hasta el punto que el Gabinete de Prensa de la Policía se vio obligado a hacer algo inaudito: informar de que NO estaban haciendo una operación policial.

Los filtros de Son Reus

Trasladado finalmente el alijo a Son Reus resultó impresionante echar un vistazo a semejante cantidad de droga. En total 134 fardos, que fueron devorados por el fuego de la incineradora de basura en cuestión de minutos. Los filtros de Son Reus funcionaron a pleno rendimiento y, en contra de lo que cuentan las leyendas urbanas, parece que ningún vecino de Palmanyola.

Hermanos

Estas quemas periódicas de droga permiten reencontrarse de vez en cuando a los principales representantes de Delegación del Gobierno, Policía, Guardia Civil o Aduanas, aunque puede que el ambiente no sea el mejor del mundo. En esta última ocasión el secretario general de la Delegación del Gobierno, Ramon Morey, pudo saludar a su hermano Miguel, jefe regional de Aduanas e Impuestos Especiales.

El seto del club hípico

Durante un evento de equitación infantil celebrado hace unas semanas en un club hípico de Palma, algunos padres repararon en la presencia de unos extraños setos que se encontraban en el recinto. Se trataba de una docena de ejemplares de plantas de marihuana, y algunas habían alcanzado una altura de casi dos metros. La chispa no tardó en saltar entre determinados padres, que no podían tolerar la presencia de los vistosos ejemplares de cannabis sativa mientras niños desde los cuatro años hasta la adolescencia montaban a caballo a escasos metros. De hecho, la madre de una alumna pidió explicaciones a la dirección del centro por la presencia de estas controvertidas plantas. Al no encontrar una explicación satisfactoria, la progenitora avisó a la Policía Local de Palma para denunciar la existencia de marihuana en el club hípico. Agentes se personaron poco después en el recinto para averiguar si la existencia de estas plantas podría ser constitutivo de una infracción.

Coches zeta sin airbag

A mediodía del jueves, se produjo una espectacular colisión entre un coche patrulla de la Policía Nacional y un vehículo marca Audi en la intersección de la avenida de Argentina con la calle Caro de Palma. Por fortuna no hubo que lamentar ningún herido y la Policía Local abrió una investigación. Sin embargo, el siniestro tuvo una consecuencia muy reveladora. Pese a la fuerte colisión que dejó muy dañados el capó y el frontal del vehículo, los airbag del coche patrulla de la Policía Nacional no se desplegaron. El accidente dejó en evidencia que algunos de estos vehículos policiales no tienen en perfecto estado de funcionamiento estos importantísimos elementos de seguridad pasiva.