Explosiones, unas potentes llamaradas y una espesa humareda. Todos estos elementos se combinaron en la madrugada de ayer en el incendio en una vivienda de Camp Redó en Palma. Como consecuencia un hombre de 31 años sufrió quemaduras de segundo grado en el 30% de su cuerpo. Otras tres personas tuvieron que ser atendidas in situ por intoxicaciones leves al inhalar humo.

El incendio se declaró sobre la una y diez de la madrugada en un primer piso de un edificio situado en el número 6 de la calle Sant Josep de la Muntanya, en el barrio palmesano de Camp Redó.

Según los vecinos, una explosión les sobresaltó. A continuación una llamarada y el humo empezaron a aflorar en poco tiempo. Al parecer, el hombre de 31 años se refugió en una habitación mientras dos estancias, un dormitorio y el cuarto de baño, resultaban gravemente afectadas por el incendio. Mientras tanto, una pareja y otro individuo que residía en esta misma vivienda lograron escapar y salir a la calle.

Muchos vecinos salieron rápidamente a la calle por su propio pie, algunos necesitaron de la asistencia de los servicios de emergencia. No obstante, las tres personas residentes en una vivienda de la segunda planta y una mujer de edad avanzada de la cuarta permanecieron en sus respectivos domicilios. La humareda en la escalera la convertía en un serio peligro de intoxicación.

Bombers de Palma movilizaron dotaciones procedentes del parque de sa Teulera para sofocar el incendio. Uno de los bomberos logró sacar al afectado por una de las ventanas del patio interior. A continuación, las asistencias sanitarias del IB-Salut se hicieron cargo de él.

Sin poder salir de casa

Los facultativos que atendieron a la víctima observaron que presentaba graves quemaduras, de segundo grado, que ocupaban un 30 por ciento de su superficie corporal. Una vez estabilizado, el herido quedó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos de Son Espases. El paciente quedó pendiente de ser sometido a una intervención quirúrgica de cirugía plástica para reducir las secuelas causadas por el fuego.

Manoli, con dificultades para andar y con una muleta, fue una de las personas que se quedó en su domicilio durante el siniestro. "Estaba en casa con mi hermano y con mi hija y no me podía mover. Cuando me asomé, en la escalera no se podía respirar del humo que había y volví a casa", apuntó. El miedo a dejar a sus mascotas solas en el domicilio también la retuvo.

El incendio quedó finalmente sofocado sobre las dos y media de la madrugada, y causó importantes destrozos en la vivienda afectada. Los vecinos regresaron, entonces, a sus domicilios.