El macabro hallazgo de una mujer de 46 años muerta, en avanzado estado de descomposición y con lesiones por arma blanca, en el interior de la bañera de su casa, conmocionó ayer a los vecinos de l'Alcúdia de Crespins. Más aún tras conocerse que los presuntos autores de su muerte son su propia hija, de 19 años, y el novio de ésta, ambos detenidos por la Guardia Civil después de que tuviera que ser necesaria la presencia del juez para entrar en la vivienda donde ocultaban el cadáver de su víctima. Al parecer, los presuntos homicidas habrían tratado de eliminar pruebas y vestigios que pudieran incriminarles en el crimen rociando el cuerpo con ácido, según ha podido saber este periódico.

La víctima, de 46 años y nacionalidad búlgara, residía en la vivienda de la calle Miguel Hernández de l'Alcúdia de Crespins donde fue hallado su cadáver. Separada y con dos hijos -la mayor de ellos detenida como presunta autora de su muerte- estaba muy integrada en este municipio de la Costera donde llevaba viviendo más de diez años.

Sus vecinos, extrañados de no verla durante días, y alertados por el hedor que salía de la casa, acudieron el miércoles al cuartel de la Guardia Civil para denunciar que podía haberle ocurrido algo. Cuando los agentes acudieron al inmueble, la hija se negó a dejarles pasar al domicilio y les exigió una orden judicial. De ahí, que el cuerpo no fuera encontrado hasta la mañana siguiente.

Ante la sospecha de que la joven estaba tratando de ocultar algo y para evitar que pudiera eliminar pruebas sacándolas de la casa, una patrulla de la Guardia Civil permaneció toda la noche haciendo guardia en la calle Miguel Hernández, controlando que nadie entrara ni saliera de la casa.

Una vez autorizada la entrada por el juzgado de guardia de Xàtiva, ayer por la mañana los agentes procedieron a entrar en la casa. En el interior de la bañera del cuarto de baño, y con evidentes signos de violencia, fue encontrado el cadáver de la víctima. Por el estado que presentaba el cuerpo, la muerte se habría producido hace aproximadamente una semana.

Además de la descomposición, los investigadores hallaron signos que indican que los presuntos autores del crimen habrían rociado con ácido el cadáver, probablemente para que no fueran apreciables las lesiones con arma blanca que presentaba el cuerpo.

El grupo de Homicidios de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación y tanto la hija de 19 años de la fallecida como su novio, de 18, fueron arrestados y trasladados a dependencias del Instituto Armado donde se les va a tomar declaración antes de ser puestos a disposición judicial.

La comisión judicial autorizó el levantamiento del cadáver en torno a las 13 horas de ayer y éste fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia, donde hoy se le realizará la pertinente autopsia. Fuentes vecinales aseguran que no era una familia conflictiva y que la víctima se ganaba la vida trabajando como limpiadora del hogar.