Un incendio en un ático obligó ayer a desalojar las ocho plantas de un edificio de Palma. Numerosas dotaciones de Bombers de Palma se movilizaron para sofocar el fuego. El fuerte calor reinante complicó sobremanera las tareas de extinción. Por fortuna no hubo que lamentar daños personales, pero el siniestro causó importantes destrozos en el inmueble afectado.

El incendio tuvo lugar en torno a las once y media de la mañana de ayer en el ático de un edificio situado en el número 22 de la calle Pere Joan Llobera de Palma, a escasos metros de distancia de la Comandancia de la Guardia Civil de Balears.

Al ver salir una cortina de humo blanco que se alzaba desde el último piso, los residentes avisaron a los servicios de emergencia. Un amplio dispositivo se activó de inmediato en torno al lugar donde había ocurrido el siniestro.

Bombers de Palma desplazaron dos autobombas y una autoescalera. También contaron con el apoyo de un vehículo de Bombers de Mallorca. También se movilizaron efectivos de la Policía Local y de la Policía Nacional. El tráfico quedó cortado en todas las calles adyacentes mientras acudían los distintos vehículos al lugar.

Como medida de precaución, los residentes en las 27 viviendas del edificio, repartidas en ocho plantas, fueron desalojados. Los vecinos aguardaban en la calle la evolución del siniestro.

"Hemos pasado mucho miedo cuando nos han sacado a la calle. No sabíamos qué pasaba", indicó una vecina del inmueble. Los policías que velaban por la seguridad instaron a los residentes más despistados que debían permanecer en la vía pública con la mascarilla puesta por la alerta sanitaria del coronavirus.

Un posible cortocircuito

La dueña del inmueble afectado no tardó en aparecer por el lugar. El jefe de bomberos les explicó el alcance del siniestro y le comunicó que el inmueble había resultado seriamente dañado. La mujer aguardó cariacontecida en la calle hasta que pudiera acceder a su propiedad.

Las labores de extinción fueron largas y penosas. Las altas temperaturas alcanzadas en el ático siniestrado hicieron que muchos bomberos salieran a la calle extenuados. Tras desembarazarse del pesado traje y beber agua, recuperaron fuerzas sentados en la sombra. Mientras tanto, otro equipo les relevaba.

Las primeras hipótesis apuntaban a que un cortocircuito pudo ser el detonante del incendio. Las asistencias sanitarias del Ib-salut se desplazaron en ambulancia a título preventivo, pero no tuvieron que actuar.