Un joven se encontraba completamente exhausto, al borde del colapso y el ahogamiento tras pasar tres horas haciendo esnórquel en Cala Marmols. Buceadores del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil acudieron en helicóptero para socorrer a la víctima y llevarla a tierra firme. A continuación, el bañista fue trasladado en la aeronave hasta Son Espases.

Los hechos ocurrieron la tarde del pasado domingo en Cala Marmols, situada en el término municipal de Santanyí. Un bañista salió a practicar esnórquel y no regresó a la costa. Ante la inquietante tardanza del joven, la persona que guardaba las pertenencias avisó a los servicios de emergencia. Después de tres horas haciendo esnórquel, no había el menor rastro de él y su acompañante se alarmó.

El serio riesgo que podía correr la vida del joven, después de permanecer tanto tiempo en el agua no hacía viable que el traslado de los servicios de rescate se desplazaran al lugar en una lancha. La urgencia que se planteaba hizo que los buceadores de la Guardia Civil se movilizaran rápidamente en un helicóptero hasta Cala Marmols.

La aeronave sobrevoló los acantilados cercanos a la cala cuando vieron a un joven en serias dificultades para salir del mar por sus propios medios. El sargento del GEAS observó que el bañista se encontraba al límite de sus fuerzas y, sin pensárselo dos veces, se lanzó de inmediato al mar y nadó hasta llegar a él.

El bañista se encontraba completamente extenuado. Al parecer, había intentado llegar a la costa, pero no pudo ascender por las rocas debido al agotamiento y lo abrupto de la zona. No podía llegar a tierra firme y cada esfuerzo por salir le dejaba aún más exhausto.

Sin perder un minuto, el suboficial al mando de los buceadores del instituto armado llegó a la altura del joven después de dar unas brazadas en el mar hacia él. Como recurso, llevaba en sus manos un neopreno a modo de tabla de salvación.

Una vez que el sargento de los GEAS estaba con el bañista, le instó a que se agarrara fuertemente al neopreno que portaba. A continuación, lo remolcó nadando hasta la costa. En la orilla aguardaba otro buceador del instituto armado, que ayudó a ambos a salir a tierra firme.

El descomunal esfuerzo al que se había enfrentado el joven durante sus tres horas de permanencia en el mar haciendo esnórquel y tratando de alcanzar la orilla le había dejado sin un ápice de fuerzas. Hasta el punto de que apenas podía mantenerse en pie.

Deshidratación

Una vez que habían llevado al joven hasta un lugar seguro, le subieron a un helicóptero para su inmediato traslado a Son Espases. El bañista presentaba claros síntomas de deshidratación y agotamiento generalizado. Al llegar al centro sanitario, quedó ingresado para ser tratado.

En los últimos días, los buceadores del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil se han enfrentado a peligrosos rescates. De hecho el domingo anterior se tuvieron que movilizar para el complejo dispositivo para recuperar el cuerpo del prestigioso documentalista Fernando Garfella a alta profundidadrecuperar el cuerpo del prestigioso documentalista Fernando Garfella a alta profundidad.

El rescate era tan extremo que tuvieron que acudir expertos en buceo profundo de la península y contar con la ayuda de un robot submarino. Este se encargó de izar el cuerpo hasta una profundidad segura para que los submarinistas se hicieran cargo de él.