La banda de carteristas detenida en Palma cometía robos por encargo. Los investigadores de la Policía Nacional sostienen que los acusados sustraían en comercios de Mallorca productos que les pedían desde Rumanía, adonde luego remitían la mercancía. Las pesquisas apuntan a que habrían cometido más de 300 delitos en los últimos meses. Además de los 34 arrestados en la isla, otras 18 personas están siendo buscadas en diversos puntos de Europa por su pertenencia a la organización. 33 de los detenidos han pasado esta mañana a disposición judicial y otro ingresó ya en prisión. Los investigadores cifran en más de 12 millones de euros el botín logrado por los acusados durante más de una década en Mallorca.

Según ha informado la Policía, las pesquisas se iniciaron por el aumento de denuncias por hurtos de carteras, mochilas, tarjetas de crédito y teléfonos móviles en las principales zonas turísticas, como Playa de Palma, la Catedral, el Castillo de Bellver, autobuses de linea, el casco antiguo de Palma, el Port d'Alcúdia, Paguera, el Port d'Andratx, el Port de Sóller, Valldemossa o Cala Ratada. Los ladrones intentaban no superar el límite de 400 euros en cada robo, para ser acusados solo de hurto, y no utilizar violencia ni intimidación. Algunas veces utilizaban a menores de edad para cometerlos.

Las pesquisas revelaron que se trataba de una organización criminal de ámbito internacional estructurada, jerarquizada y estable. Sus miembros, todos de origen rumano, se coordinaban para cometer los robos y actuaban en diversos países de Europa. En Mallorca tenían una serie de personas afincadas, que se encargaban de informar de las zonas donde cometer los robos. Cuando uno de sus miembros no ganaba lo suficiente, los cabecillas lo ponían a mendigar en supermercados o ejercer la prostitución. El objetivo de los hurtos era enviar el dinero sustraído a sus familiares en Rumanía, donde compraban inmuebles y otros bienes.

Uno de los principales roles de la organización era el de receptador, cuya función era dar salida al dinero y los objetos sustraídos.La Policía ha detectado hasta ahora envío de más de 1,6 millones de euros en efectivo, con unos beneficios por cabeza de 4.000 euros al mes. Los investigadores imputan por el momento más de 300 delitos a los acusados en los últimos tres meses. Los agentes calculan que la organización ha logrado en los diez últimos años unos 12,5 millones de euros.

El pasado martes, la Policía llevó a cabo 20 registros en domicilios y establecimientos y detuvo a 34 personas. Además, va a emitir 18 Órdenes Europeas de Detención y Entrega sobre los sospechosos que no están ahora en Mallorca y no ha podido ser arrestados. La redada permitió intervenir más de 300 objetos robados, como teléfonos móviles, perfumes y gafas de sol Además, la Policía ha decomisado ocho vehículos y numerosa documentación que está siendo analizada. La operación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones