La Guardia Civil encontró ayer por la tarde el cadáver de Fernando Garfella, el buceador desaparecido el pasado domingo durante una inmersión en Cala Estellencs. Los especialistas del instituto armado hallaron el cuerpo a 92 metros de profundidad y consiguieron recuperarlo. Luego fue trasladado hasta el Port de Sóller y desde allí al Instituto de Medicina Legal, donde se practicará la autopsia. El amigo que sufrió un accidente al intentar rescatarlo continuaba ayer ingresado en estado muy grave en la clínica Juaneda de Palma.

El operativo para localizar y rescatar el cuerpo sin vida de Garfella fue muy complicado por la gran profundidad a la que se encontraba. En los trabajos participaron especialistas de la Unidad de Actividades Subacuáticas (UAS) llegados desde Madridespecialistas de la Unidad de Actividades Subacuáticas (UAS) llegados desde Madrid, que se sumaron a los efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Comandancia de Palma.

Después de tres días de búsqueda, los submarinistas de la Guardia Civil consiguieron encontrar el cadáver de Garfella ayer por la tarde. Las labores para llevarlo a la superficie se prolongaron durante varias horas, tras lo que el cuerpo fue llevado a bordo de una embarcación hasta el Port de Sóller. El hallazgo fue comunicado al juzgado de guardia de Palma, y una comisión judicial acudió al puerto para examinar el cadáver. Un furgón de la empresa funeraria lo condujo después a Palma para practicar la autopsia.

Fernando Garfella, de 31 años, era un prestigioso y experimentado documentalista submarino. El domingo por la mañana se sumergió en la zona de Cala Estellencs. Su novia, que le esperaba en una barca, dio la voz de alarma ante su tardanza en regresar. Un amigo de Garfella intentó rescatarlo, pero se quedó sin aire en la botella y fue rescatado inconsciente. Ayer, el hombre de 36 años continuaba en estado muy grave en la clínica Juaneda de Palma.

La Policía Judicial de la Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido.