La Policía Nacional asestó ayer un duro golpe al crimen organizado en Mallorca. 34 miembros de una banda internacional de ladrones fueron detenidos en Palma en una gran operación, con una veintena de registros en domicilios y locales que se prolongaron durante horas. Los sospechosos, de nacionalidad rumana, formaban un complejo entramado de delincuentes especializados en cometer robos de carteras y hurtos en comercios. Llevaban varios años actuando en toda la isla, adonde cada verano llegaban decenas de miembros para hacer el agosto. El botín, estimado por los investigadores en varios millones de euros, era remitido al extranjero mediante envíos de dinero o paquetes cargados de efectos sustraídos, aunque también se le daba salida en la misma isla. La operación continúa abierta y la Policía sigue llevando a cabo gestiones para desarticular el entramado en otros países.

Las detenciones son fruto de una larga investigación conjunta de la comisaría de distrito centro y el grupo de Crimen Organizado de la Jefatura Superior de Policía, en la que ha colaborado también la Policía Local de Palma. Los agentes llevaban meses tras los pasos de esta organización de delincuentes, que en los últimos años habría cometido cientos de hurtos y robos en toda Mallorca. Las pesquisas revelaron que una parte de la organización estaba afincada todo el año en la isla y se encargaban de facilitar la infraestructura y la logística para alojar durante los meses de verano a decenas de delincuentes que venían a cometer los robos aprovechando la temporada alta turística.

Según explicaron fuentes policiales, los sospechosos estaban especializados en sustraer carteras a turistas y productos de toda clase en comercios. Su presencia había causado estragos en las zonas de mayor afluencia de visitantes, como s'Arenal o el casco antiguo de Palma, aunque la Policía los sitúa en toda Mallorca.

Tras recabar abundante información sobre las actividades de esta banda, los investigadores organizaron un gran operativo para detenerlos. Ayer fue el Día D.

A las siete de la mañana, más de un centenar de agentes irrumpieron al unísono en una veintena de domicilios, habitaciones de hotel, negocios y locales en s'Arenal, Son Ferriol, el Coll d'en Rabassa, la Vileta, las calle Aragó y Joan Miró y otros puntos de la ciudad. Los investigadores lograron, como pretendían, sorprender en la cama a los sospechosos. No hubo resistencia alguna.

La Policía detuvo a 34 personas en las viviendas allanadas, acusadas de delitos contra el patrimonio, blanqueo de capitales y organización criminal. Durante más de cinco horas, los investigadores registraron los inmuebles. En ellos se incautaron de numerosos efectos robados y documentación que será analizada en los próximos días. En el operativo se intervino también un coche BMW.

Los 34 detenidos fueron trasladados a comisaría. Está previsto que en las próximas horas sean interrogados por los propios investigadores sobre su implicación en los hechos y que mañana pasen a disposición del juzgado de guardia de Palma.

La macrorredada de ayer culmina las investigaciones policiales, pero no las da por cerradas. Los agentes encargados del caso tienen previsto realizar diversas gestiones a nivel internacional para desarticular por completo esta organización, añadieron las mismas fuentes.

130 policías

La operación llevada a cabo ayer en Palma contra la banda de delincuentes es uno de los mayores despliegues policiales efectuados en los últimos años en Mallorca. Fueron 130 los policías que participaron en el operativo, entre investigadores y efectivos del Grupo Operativo de Respuesta (GOR). Para llevar a cabo la veintena de registros previstos en domicilios particulares, habitaciones de hotel, negocios y locales repartidos por toda la ciudad contaron con la colaboración de siete secretarios judiciales, que supervisaron las inspecciones y documentaron todos los efectos hallados.