Los cadáveres de un hombre y una mujer de entre 45 y 55 años fueron hallados ayer en su casa en Esporles. Los cuerpos estaban en avanzado estado de descomposición y las primeras investigaciones sitúan las muertes hace al menos un mes. De hecho, fue el mal olor que salía de la vivienda lo que llevó a los vecinos a dar la voz de alarma. La Guardia Civil y el médico forense no encontraron signos de violencia evidentes ni en los cadáveres ni en el inmueble, por lo que trabajan con varias líneas de investigación abiertas, desde un accidente a un suicidio pactado. Los agentes inspeccionaron ayer la escena durante varias horas y están a la espera de los resultados de la autopsia para aclarar lo ocurrido, explicaron fuentes del instituto armado.

Los hechos fueron descubiertos ayer a media tarde, cuando vecinos de la calle Balladors alertaron a las fuerzas de seguridad del mal olor procedente de la vivienda, situada en el número 4. La Guardia Civil contactó con el juzgado de guardia de Palma para obtener una autorización con la que irrumpir en la casa. La magistrada accedió a su petición y a media tarde, los agentes accedieron al inmueble.

Los dos cuerpos yacían en el suelo, muy descompuestos y junto a algunas manchas de sangre. El hallazgo fue comunicado al juzgado y al lugar acudieron especialistas de la Policía Judicial y el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil y un médico forense. Hasta entrada la noche, llevaron a cabo una detenida inspección ocular de la escena en busca de pistas para averiguar qué había pasado.

El pésimo estado de conservación de los cadáveres dificultó las pesquisas. Los investigadores no hallaron signos evidentes de violencia en los cuerpos y tampoco había señales de lucha en la casa. Una vez finalizada la inspección ocular, empleados de la empresa funeraria trasladaron los cadáveres al Instituto de Medicina Legal de Palma, donde está previsto que en las próximas horas se practique la autopsia.

Los agentes de la Guardia Civil confían en que la necropsia revele en qué circunstancias fallecieron las dos víctimas. Los investigadores trabajan con varias hipótesis, entre ellas que ambas murieran de manera accidental o que se trate de un suicidio pactado. Ante la falta de evidencias, perdía fuerza la posibilidad de que se tratara de un homicidio. Los agentes no han encontrado en los archivos ningún antecedente violento de la pareja ni denuncias entre ellos.

El hallazgo de los dos cadáveres provocó una importante expectación entre los vecinos de la zona. Algunos de ellos explicaron que las víctimas, ambas de nacionalidad española, residían en esa vivienda "desde hace diez o doce años". Según contaron, era muy reservados y apenas tenían contacto con sus vecinos. Varios de ellos recordaron que llevaban sin verles "al menos 15 días" y señalaban que era habitual verles pasear juntos por el pueblo.