El vuelco de un depósito cargado de ácido clorhídrico provocó ayer un vertido de 500 litros de este producto tóxico en el polígono de Son Castelló, en Palma.

El incidente obligó a intervenir a los bomberos para contener el derrame de la sustancia peligrosa y evitar que acabara en las alcantarillas. Los especialistas instalaron barreras y esparcieron arena sobre el líquido. Operarios de Emaya y de la empresa donde ocurrieron los hechos se encargaron después de retirarla. La calle quedó cortada al tráfico para minimizar riesgos mientras duraron los trabajos.

Los hechos, según explicaron fuentes de los Bombers de Palma, ocurrieron en una empresa de productos de droguería situada en el número 35 de la calle Gremi de Tintorers. Un bidón que almacenaba 500 litros de ácido clorhídrico volcó por un error humano y el producto empezó a derramarse por la calle. Los propios empleados de la empresa dieron la voz de alarma y comenzaron a diluir el vertido con agua y a esparcir bicarbonato y sepiolita, un polvo con gran capacidad de absorción, para evitar males mayores.

Al lugar acudieron dotaciones de los Bombers de Palma y patrullas de la Policía Local. Los agentes cerraron la vía al tráfico para facilitar la labor de los especialistas y evitar riesgos.

Los bomberos, equipados con trajes protectores, centraron sus esfuerzos en evitar que el ácido llegase a la red de alcantarillado, por lo que hicieron barreras en las alcantarillas con sepiolita y continuaron disolviendo el vertido.

Sacos de arena

Los equipos de emergencias solicitaron la colaboración de Emaya para que acudiera al lugar con sacos de arena. Con ellos cubrieron el líquido derramado para impedir que siguiera dispersándose. Una vez la situación quedó bajo control, los bomberos se retiraron y fueron los operarios de Emaya y los trabajadores de la empresa quienes retiraron la arena manchada, añadieron las mismas fuentes.