La Guardia Civil está investigando la muerte de un hombre de 70 años cuyo cadáver fue hallado ayer por la mañana en un acantilado de la zona de Santa Ponça, en Calvià. El cuerpo presentaba diversas lesiones que, en principio, se atribuyen a una caída accidental por unas escaleras que dan acceso al mar. La víctima, según explicaron fuentes policiales, solía acudir cada mañana a ese lugar, frente a las islas Malgrats. Los investigadores están a la espera de los resultados de la autopsia para confirmar esta hipótesis.

Fue un vecino de la zona quien, hacia las nueve y media de la mañana de ayer, encontró el cuerpo flotando junto a la costa y dio la voz de alarma. Al lugar acudieron agentes de la Guardia Civil, que consiguieron recuperar el cadáver. Una vez en tierra, un médico forense examinó el cuerpo, que presentaba diversas contusiones compatibles con una caída. El óbito fue comunicado al juzgado de guardia y el cadáver, trasladado al Instituto de Medicina Legal de Palma, donde se practicará la autopsia en las próximas horas.

La Guardia Civil puso en marcha una investigación para esclarecer lo ocurrido. Los agentes consiguieron identificar a la víctima, un hombre de 70 años que residía en la zona de Santa Ponça. Los guardias averiguaron que solía acudir todas las mañanas al acantilado donde fue hallado el cadáver. La principal hipótesis que manejan los investigadores es que el anciano sufrió una caída accidental cuando estaba bajando por las escaleras y se golpeó la cabeza contra las rocas antes de acabar en el mar, añadieron las mismas fuentes.