Un hombre aceptó ayer una condena de seis años y un día de cárcel por traer a Palma 23.000 pastillas de éxtasis, uno de los mayores alijos incautados en los últimos años en Balears. El acusado reconoció los hechos durante el juicio y afirmó que transportaba los 12 kilos de droga en su maleta por encargo y sin saber con certeza de qué era el cargamento. "Era como una mula. Me llamaron de un teléfono, me dieron la maleta y... Estoy muy arrepentido de lo que hice", declaró el procesado, un argentino de 53 años, sin desvelar el origen del cargamento. La fiscalía reclamaba inicialmente para él penas que sumaban once años de prisión, pero rebajó su petición tras alcanzar un acuerdo de conformidad con el abogado defensor. Fuentes conocedoras del caso explicaron que el destino final de la droga era Miami (Estados Unidos).

El acusado, que será expulsado de España cuando cumpla tres cuartas partes de la condena o acceda al tercer grado porque se encuentra en el país en situación irregular, fue detenido en el aeropuerto de Son Sant Joan el 4 de octubre del año pasado. La Guardia Civil lo interceptó al aterrizar en Mallorca en un vuelo procedente de Eivissa. Allí, los perros adiestrados del instituto armado habían marcado como sospechoso su equipaje. A su llegada a Palma, los investigadores decidieron inspeccionar su maleta.

La Guardia Civil descubrió que llevaba ocho botes repletos de pastillas de éxtasis. Los investigadores comprobaron que en total había 23.004 pastillas con la inscripción DK, con un peso de 12,4 kilos. Fue una de las mayores incautaciones de esta droga realizadas en la historia reciente de Balears. Los análisis posteriores revelaron que la pureza de los comprimidos oscilaba entre el 32 y el 41 por ciento. En el mercado negro, el alijo habría alcanzado un precio de casi 500.000 euros. En la maleta del sospechoso aparecieron también 74 comprimidos de anabolizantes.

El procesado, a quien también le fueron intervenidos 4.505 dólares, 140 euros y 6.020 pesos argentinos, ingresó en prisión provisional por orden judicial.

La fiscalía le imputó dos delitos contra la salud pública por los que reclamó nueve y dos años de prisión respectivamente, así como una multa de un millón de euros.

El acusado compareció ayer ante la sección segunda de la Audiencia Provincial de Palma. Su abogado y la fiscal habían alcanzado un acuerdo de conformidad y el hombre validó el pacto. En su declaración ante las magistradas, reconoció los hechos y explicó que había actuado por encargo de unos traficantes. "No sabía qué llevaba exactamente en la maleta, pero sí, sabía que era droga. Yo era como una mula. Me llamaron desde un teléfono que no conocía, me dieron la maleta y...", señaló el procesado en su declaración. El acusado dijo estar "muy arrepentido".

El acuerdo alcanzado entre las partes consiste en una condena de seis años y un día de prisión, así como una multa de un millón de euros. Dado que el hombre se encuentra en España de manera irregular, será expulsado del país cuando haya cumplido las tres cuartas partes de la pena o acceda al tercer grado.